TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / chiclayana / El pescador y las perlas mágicas

[C:623209]

Había, una vez, un pescador que vivía con su esposa cerca de una playa.
A menudo su esposa le reclamaba porque a veces él no tenía mucha suerte y no conseguía pescar nada.
Todos los días, al atardecer, el pescador se echaba a al mar, en su pequeña y vieja lancha, para ver si con algo de suerte conseguía algún pez para la cena.
Pero su esposa estaba cansada y triste de vivir en una cabaña tan sucia y deteriorada, que ella no era feliz.
El pescador, como amaba tanto a su esposa, no quería verla triste y se esforzaba mucho para darle lo mejor.
Un día salió a trabajar en su pequeña lancha y el cielo empezó a ponerse negro. Una gran tormenta se avecina, dijo, y se preocupó mucho.
Así que desesperado trató de regresar, empezó a remar una y otra vez, pero la lluvia empezó a caer muy fuerte acompañada de fuertes vientos.
El pescador remó y remó tanto que se cansó y solo se quedó observando la torrencial lluvia. Cuando en ese momento se le apareció una sirena, él, muy espantado, se quedó mirando a la sirena y ella le dijo: “No te preocupes, que yo te salvaré”.
En un abrir y cerrar de ojos, la hermosa sirena desapareció. En ese momento la lancha se volteó y el pescador cayó al fondo del mar. El pescador desesperado se desmayó.
Cuando el pescador despertó, ya estaba en la orilla y junto a él había una cajita dorada. Él se asombró mucho y cuando la abrió había tres perlas dentro de aquella caja. ¿Qué es esto? Se preguntó.
Cuando en eso apareció la sirena y le dijo: Estas perlas son mágicas.
Te ayudará a que tu esposa sea feliz. Cuando quieras pedir un deseo, deberás traer una de las perlas, lanzarla al mar y te concederá tu deseo, pero recuerda que solo tienes tres oportunidades.
El pescador fue corriendo a mostrarle a su esposa las perlas mágicas que la sirena le había dado y ella en ese momento le dijo:
Quiero que cojas una de esas perlas y que le pidas una mejor casa. No quiero seguir viviendo en esta pocilga sucia y descuidada. El pescador cogió la primera perla y fue corriendo a pedirle al mar, la casa que su esposa quería para ser feliz.
Cuando regresó, la casita linda y modesta ya estaba allí.
El pescador le preguntó a su esposa:" mujer, ya eres feliz..."
Pero ella no estaba muy contenta, ni siquiera pudo dormir esa noche, ella quería más. Así que cuando despertó, le dijo a su esposo: coge otra de las perlas y pídele al mar que quiero un palacio. El pescador fue corriendo al mar y le dijo: “Mi esposa no es feliz, ella quiere ahora un palacio”.

Cuando él regresó vio un enorme palacio donde estaba su casa.
Y le preguntó a su esposa: Esposa, ahora ya eres feliz, no sé aún, quiero ser muy poderosa, pero tú debes irte porque yo quiero vivir con un rey a mi lado. El pescador se puso triste, cogió la última perla que le quedaba y se fue.
Se sentó en la orilla del mar y miró la última perla que le quedaba y dijo: Yo solo quiero que mi esposa sea feliz, y así yo también seré feliz, y lanzó la última perla que le quedaba.

Cuando regresó a casa, el castillo había desaparecido y su esposa lo esperaba muy feliz en su modesta y linda casa. Lo abrazó con mucho amor y nunca más les faltó el alimento en su mesa. Y así ella pudo entender que nada era más importante que la felicidad de su familia.
Fin.

Texto agregado el 17-07-2025, y leído por 27 visitantes. (2 votos)


Lectores Opinan
18-07-2025 Esas son las sirenas que uno desea encontrar en medio de cualquier tormenta. nelsonmore
18-07-2025 Tus cuentos son, como ya he dicho, infantiles, agradables y esperanzadores. Saludos. ome
 
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]