¿Resistiremos de pie, como los pinos después del fuego?
¿Se volverá nuestro tronco humeante un refugio
para el último silbido de vida?
¿O veremos al tallo emergente celebrar la lluvia?
¿Habremos de disipar esta bruma
que empaña nuestros sueños?
Y estos sueños ¿Serán los mismos?
A veces quisiera sacudirme este simulacro
de que te persigo mientras vos huís.
Pero con los años aprendí a sentarme
y estirar la mano
para que me roce tu espíritu felino.
Apenas un ratito…
que ni me alcanza
ni me basta
para todo este amor
que se desborda como un río
tras el aguacero.
Ojalá algún día me sientas
en el pecho
como un trueno que irrumpe en la noche,
como una verdad que te empuja,
como un miedo que se desvanece.
Y ahí sí...
estaremos a mano.
Texto agregado el 08-07-2025, y leído por 55
visitantes. (2 votos)