A todos sus amigos les andaba diciendo, que las mujeres del barrio, se morían por él. Incluso, fue más allá todavía. Aseguró que muchas de ellas, mojaban las bragas, solo de pensar en él.
Al principio, muchos de ellos creyeron lo que decía, pero querían verlo en acción, ver la nueva versión de Juan Tenorio, era un privilegio que no querían perderse, por nada del mundo. Apenas lo vieron, le pidieron evidencias de todo lo que afirmaba; además querían hacer un performance, con la intención de difundir la magia y atracción de este celebre personaje de la literatura universal, esta vez encarnado en Edmundo.
Como siempre, no mostró nada, simplemente dijo:
-Yo no hago pública mi vida privada.
Ante la negativa, los amigos contrataron a un detective para que lo siguiera a todas partes, de ser posible lo grabara en plena acción con sus admiradoras locas de amor. Nunca lo vieron con chica alguna; lo único que logró grabar el detective fue curioso, solo una perrita viejita se le acercó y se orinó en su pierna derecha y luego lo mordió.
PEDRO MORENO MORA |