Declaración
En esta vida las personas pasamos buscando, en todos lados, imágenes, sonidos, amaneceres, atardeceres, en la Luna y las estrellas, hasta en la música y la poesía, así como en las casas, los ancianos y en casi todo lo que implica la vida de los seres humanos, un tema común, que ha inspirado, dolido, aquejado, soñado, hecho milagros, trascendido distancias, tiempo, y un sin fin de prodigios más.
Dicho tema común lo tenemos y lo buscamos todos casi siempre, volviéndolo a veces idea en otra persona, a la que decimos amar, o a varias, o a toda la humanidad, para los más altruistas. Sin embargo, existe algo que es igual que ello, pero que es más sigiloso, escondido, tranquilo, casi inadvertido, sobre el cual deberíamos siempre empezar, y es lo que encontramos hacia adentro, cuando nos amamos a nosotros mismos, con todo lo que claramente implica esa palabra sustantivo, adjetivo, verbo, que es muchas cosas, pero que si no se cultiva dentro, es imposible irradiar hacia afuera.
Por eso, hago esta declaración, para saber que no lo sé tampoco, ni vengo a decírselo a nadie, pero intuyo que primero debe estar cada uno con su propio amor, para poder amar a otros. |