A un general de cinco soles
no se le quitan soles ni estrellas
pues ganó grandes batallas
y también la guerra.

Imposible que un peleador de barrio
venga a echar barro a sus triunfos
comediógrafos temerarios
con actuaciones horribles.

A un general de cinco soles
no le importa que le roben
estrellas de mentiras
las verdaderas lleva en el pecho.

Un general de cinco soles
no discute con perros rabiosos
pueden morderle el alma
con calma les da pedazos de pan.

Un general de cinco soles
no habla por hablar,
nunca hace autogoles a la patria
la defiende de los malhechores.

Un general de cinco soles
brilla con luz propia,
no expropia fincas ni vacas
tiene limpia su conciencia.

A un general de cinco soles
no lo asustan los traidores
que con sus fusiles apuntan
a los más débiles.

Un general de cinco soles
en lugar de manchar la tierra
siembra bellos girasoles
y evita siempre la guerra.

PEDRO MORENO MORA