Cuenta una antigua leyenda que hace millones de años cuando los humanos fueron enviados a la vida para emprender el camino a su retorno espiritual, y se hizo el llamado de voluntariado en todo el universo, diversas razas alienígenas de grandes y evolucionadas civilizaciones se enlistaron, entre ese grupo de almas había una en particular que no dudó en hacerlo, aquellos seres conocidos como cánidos, aceptaron entusiasmados aquella labor y que con la aprobación y ayuda del padre creador, muchos de ellos se enlistaron en la misión espiritual para el despertar de la consciencia humana. Se dice que desde antes de su llegada a ese nuevo mundo, muchos de ellos hicieron pactos de amor con varias almas humanas y no humanas, prometiendo ayudarse y amarse durante su viaje en la tierra.
Se dice que todos los canidos provienen de una estrella muy lejana y cuando se embarcan en una nueva vida, viajan por una dimensión desconocida para llegar a un hermoso lugar el cual no puedo recordar, pero muchos lo llaman “el puente del arcoíris” donde habitan todas las almas cánidas que ya han terminado su labor sobre algún mundo; inclusive grandes sabios narran que es en ese lugar donde ellos aguardan antes de nacer y es conocido como su hogar celestial. Aquel sitio está ubicado en un espacio donde no existe lo material, en una dimensión mucho más elevada a la que se conoce en el planeta tierra y a la que solo almas altamente evolucionadas pueden visitar.
Las mañanas ahí son muy coloridas, no existe el dolor, los cánidos corren y juegan libres aguardando su momento de partir a la vida, durante su estancia en ese lugar, suelen realizar diversas actividades en conjunto con varias almas de otros mundos, algunos de ellos han formado lazos eternos con esas almas y deciden acompañarse en algún punto de sus vidas terrenales, encontrándose bajo diferentes cuerpos y distintos mundos. Muchos de ustedes ya han sido acompañados en varias vidas por ese fiel amigo que está decidido a nunca abandonarte, a esa unión se le conoce como “aliados”.
Su misión no es sencilla, pues han decidido vivir en el silencio y sus voces son tan bajas que solo pueden ser escuchadas por aquellos que están listos para abrir el corazón, tienen diversos objetivos, algunos de ellos van en manada colectiva para crear consciencia, otros son guardianes, otros sanadores, pero todos tienen como objetivo predicar el amor y fidelidad en las almas que están en pleno despertar, en este caso con los humanos, su papel es complicado.
Deseo compartir una historia de lo que recuerdo sobre ellos, la cual es la siguiente:

Cierto día lo que parecía una mañana cálida como cada inicio de vida se realizaba una ceremonia en conmemoración a todos los cánidos que emprenderían el ansiado viaje y en esa ocasión se optó por invitar a los ángeles que velaban por ellos.
Todo permanecía en extrema alegría, los ladridos de felicidad decoraban el colorido lugar y el meneo de cola que denotaba excesiva alegría no se hicieron de esperar, cuando lo que pareció el llamado de una trompeta hizo que todos se aproximaran a la orilla del puente (donde se encontraba un pequeño túnel brillante el cual conectaba con la vida en la tierra, pequeñas naves aguardaban en el lugar para recibir a cada uno, pues antes de llegar, muchos de ellos harían una corta parada para encontrarse con alguna alma aliada para después emprender su nuevo viaje) para formarse en dos largas filas… Pero había algo extraño, una de ellas era mucho más larga, cosa que no pudo pasar desapercibida por uno de los ángeles que paseaba admirando tan preciado evento y que no dudó en interrogar ¿Por qué tantos cánidos? ¿De qué era esa fila?... Su sorpresa fue inmediata, pues esos eran las almas que iban a nacer o ser arrojados al abandono y desamparo, en las frías calles, posiblemente de algún lejano barrio, en cambio la otra era para aquellos que tendrían un buen hogar y su misión sería la misma pero bajo una buena vida… Aquello le dejó perplejo y con un eco de preocupación hizo noticia al resto de sus hermanos, que sin dudarlo se reunieron en el consejo celestial donde pidieron hablar con los ángeles cánidos.
La vida en la tierra se había tornado caótica, muchos humanos seguían sumergidos en el profundo sueño lo que había originado que la población cánida se viera en incremento poniendo en riesgo su vida, el maltrato animal había crecido de forma inmensurable y muy pocos eran realmente capaces de comprender la unidad e igualdad entre ellos y los de 4 patas. Los ángeles al notar la firme decisión en partir a pesar de los riesgos y la desastrosa situación buscaron la forma de llegar a un acuerdo, que aquellos que se encontraran en esa fila fueran enviados a otro mundo donde puedan servir como lo merecían, con realeza y honor y cuando la situación con los humanos mejorara ellos podían regresar para nacer y vivir bajo una buena estrella, pero a pesar de su insistencia y mortificación, estos continuaron negándose, ya que en tiempos pasados optaron por la ausencia y aquello en vez de disminuir dio un increíble aumento pues los humanos no solo se cegaron con los ojos del corazón, sino que el resto de los sentidos espirituales fueron apagados y en la mayoría de los casos no volvieron a ser empleados.
A pesar de todos sus esfuerzos la respuesta siguió siendo un amable no, lo que originó una triste desesperación que dio como última propuesta la intervención del creador, quien seguramente frenaría aquel acto que no era más que suicida pues no podían permitir que unos seres tan plenos y llenos de una luz e inmenso amor tuvieran una existencia plegada de sufrimiento, humillación y dolor, sobre todo cuando se trataba de almas muy jóvenes que no podían recordar su pasado y como obra de ello, buscaban el desquite de forma inconsciente a los atroces actos a los que en tiempos pasados fueron sometidos por los falsos creadores.

Sin embargo esto pareció no alertarles y sin tiempo a más, un pequeño grupo que se encontraba en dicho apartado hizo presencia para confirmar que el padre creador junto con todas las almas que habitaban el puente del arcoíris se encontraban absolutamente de acuerdo en lo pactado y que nadie era capaz de romper con aquello, pues el amor que sentían hacia los hermanos humanos era tan profundo que desde el momento en que fueron creados la lealtad y eterna amistad los unió a ellos, y que desde tiempos lejanos ambos habían viajado miles de vidas a su lado, protegiéndose y aprendiendo uno del otro creando un firme e irrompible lazo de amor mutuo que era capaz de mantenerse a pesar de las penurias y desgracias que muchos de ellos acogían en la vida…

Con una gran conmoción, los ángeles respetaron la decisión de sus hermanos, pues no solo ellos se habían lanzado a la aventura, sino también, un grupo de semillas esterales provenientes de diversas estrellas lo habían hecho, pasando por diversas experiencias de todo tipo, y al igual que muchos de ellos, con una vida complicada. Además de que el llamado, había sido para todos.

Ahora lo entendían y en medio de una gran disculpa prometieron no volver a interferir en las atolondradas pero sabias decisiones de sus hermanos cánidos, pues así como los humanos iban hacia un destino, ellos también buscaban lo mismo y por muy complejo que resultara ellos no desistirían, pues en el fondo de sus corazones esa llama de esperanza ardía con fervor. Además, muchos de ellos no partirían solos, en el camino se toparían con viejos amigos de otros mundos, algunos de ellos provenientes de las Pléyades, Andrómeda o alguna otra estrella, y el reconocimiento sería instantáneo, lo que originaría que trabajaran en conjunto con honor y amor.

Después de lo que pareció un suspiro, los ladridos de despedida y alegría no se hicieron de esperar, aquellos que no les tocaba partir se despedían con gran entusiasmo pues para ellos el tiempo no existía y lo que era diez años en la vida, equivalía a un suave respiro; y así poco a poco el lugar comenzó a quedar en un sereno silencio, cuando el último miembro de la fila colectiva se separó y dirigió velozmente hacia a los ángeles que aguardaban frente al túnel. Las miradas de suma impresión se postraron sobre el cánido, que con un brillo especial en su mirar aclamó:
“Nosotros estamos conscientes de la situación de los hermanos humanos y la vida en esa esa estrella, sabemos que nuestro camino ahí, estará inundando de tristeza, de un sufrimiento y agonía, pero así mismo, confiamos en que en algún momento todo eso cambiará y que la mirada del amor que aún permanece dormida en muchos podrá despertar y entonces en ese instante ya nada será igual, conseguiremos la armonía en la que se vive en otros planetas, tal vez la mayoría se encuentre en el profundo sueño por ahora, sin embargo hay almas que nos reconocen y aunque son pocos logramos hacerlos crecer y en cada vida damos un paso más, nuestro sufrimiento no es ni será en vano, y si unas cuantas lagrimas pueden hacer la diferencia, si una vida de desgracia es capaz de abrir y despertar la esencia verdadera de cada humano, entonces lo vale y con orgullo y amor lo afrontaremos, porque para lograr grandes cambios se requieren de grandes sacrificios y por ese motivo es que lo hacemos, porque nuestro amor es eterno y nunca dejaremos de creer en el ser humano, sabemos que no debería ser necesario sufrir para poder sanar, pero la vida en ese planeta de momento no está preparada para poder verlo de otra forma, sé que aquí eso no existe, pero bajaremos a un lugar donde la frecuencia es muy distinta y muchos aún no han salido de su ciclo para despertar y la mayoría necesita sufrir para poder seguir avanzando.”

Se dice que después de esa experiencia miles de ángeles decidieron encarnar para unirse y ayudar a todos esos hermanos cánidos que valientemente se lanzaron a la vida, cuenta la leyenda que van disfrazados bajo un cuerpo humano y se les conoce como protectores o defensores de animales, algunos de ellos se aliaron con otras razas que también viajan disfrazadas en un cuerpo humano y se les puede ver en grandes ciudades así como pequeñas poblaciones y diversas partes del mundo, siempre fieles a esos hermanos que decidieron vivir en el silencio y agonía por amor.

Con exactitud nadie sabe cómo surgió el lazo entre el perro y el hombre, algunos cuentan que fue a partir del contacto entre el hombre y el lobo, posiblemente nunca podamos contestar con veracidad esa pregunta, pero algo es cierto, aquella unión surgió en algún lejano espacio de este basto universo, con otras almas, bajo otros cuerpos y fue tan profundo que decidieron expandirlo en este mundo, porque sí allá el resultado fue exitoso, lo mismo puede suceder en este mundo. Admiro la fortaleza de aquellas almas que aceptaron ser menospreciadas sin ningún remordimiento y resentimiento, con la esperanza de un mañana mejor, en algún momento los humanos despertarán y lo sabrán valorar, en definitiva, por el momento sigo pensando que muchos humanos no los merecen, pero llegara un mañana en que eso dejará de suceder, pues ahora que las semillas estelares se están marchando y las nuevas generaciones vienen con aquellas enseñanzas que estos dejaron y la población actual son almas originarias de ahí, estoy segura que lo van a conseguir.

“A LA MEMORIA DE EIKO”
Quien espero pacientemente a mi llegada en esa fría jaula para pasar sus últimos días en esta vida.

“A LA MEMORIA DE SAZUL”