Nunca te olvido.
He perdido el libro de instrucciones de olvidarme de tí.

¿Qué hubiese sido de nosotros si nos hubiésemos enredado en aquellas sabanas del hotel frente al mar del que me hablabas?.

En aquel entonces no me anime a viajar, quizás hoy con un poco más de experiencia y algo de hambre por la vida, te hubiese dicho que si.

La realidad es que ya no estás, y lo único que me ata a vos son recuerdos que suelen tener agujas que se hunden sobre mi pecho con mucha desfachatez.

La nostalgia es una entidad peligrosa, te envuelve en una neblina de culpa, dolor, placer y promesas de extasis que jamás llegan.

Hoy nuevamente el insomnio me lleva a buscarte, entre cartas, mails y alguna que otra canción. ¿Nos conocimos realmente, o solo fuimos el desahogo del otro en aquel mundo virtual que recién estaba naciendo?.

Lamento no haber estado en tus últimos latidos.
Te diria un rosario de excusas, pero el asunto es que no me senti lista para gemir tu nombre en aquel tiempo.

La vida a ti se te detuvo, y a mi me desafío a tomar su mano.
Experimente otros amores y otras muertes.

Algun dia quizas te cuente como termine siendo la musa de varios dibujantes, poetas y escritores. Como también el tormento de aquellos que no pudieron desplegar su espuma blanca en mi entrepierna.

Gracias por ser quien fuiste para mi.
Donde quieras que estes ojala que seas un orgasmo de felicidad.

Hasta siempre cariño.