Levanté esa piedra y la arrojé lo más lejos que pude. Vi la tarde hundirse en el río. Una explosión de naranjas en el cielo, alborotando las aves. Tu silencio. Y el mío. Mientras el paisaje se volvía piel.
Texto agregado el 17-06-2025, y leído por 40 visitantes. (2 votos)