Una fruta se pudre en el suelo y no llega a la boca de un niño que maldice al cielo. Hace rato que no pide agua la última vez que pidió cayó un aguacero intenso que se llevó su casa. Desde niño pensó que la vida es injusta que el dolor es intenso la muerte ya no le asusta. La ha visto tantas veces que una vez más no importa va a buscar peces al río no sabe que los mató el mercurio. Con un rifle de palo le apunta al cielo si tuviera balas sin dudarlo dispararía. En su mente hay odio y en su corazón un dolor que lo carcome todos los días a pesar de todo guarda silencio. No quiero ni pensar el día en que grite su lamento de dolor escuchará el mundo entero. PEDRO MORENO MORA
Texto agregado el 02-06-2025, y leído por 43 visitantes. (16 votos)