(Sin Título)
Perdón, no se me ocurre ninguno
Hace poco más de una semana recibí un WhatsApp que decía textualmente “Es oficial: estas viejo si el PAPA es más joven que vos” … confieso que me causó mucha gracia hasta que después ya no me causó tanto…
Si, estoy viejo, y con la típica culpa que genera automáticamente mi formación católica me quede pensando “Estúpido, ¿que has hecho con tu vida? ¿O acaso has vivido al pedo?”.
Entonces me puse a buscar y logré encontrar algunas conclusiones que a continuación escribo.
Aprendí:
Que aprender es equivocarse una y otra vez.
Que me siento más cómodo entre los que dudan que entre los que afirman tener la verdad
Que Fe y religión no significan lo mismo y muchas veces significan lo opuesto.
Que el amor si existe en estado puro, pero lamentablemente el odio también.
Que, con mucho dolor, mis hijos y nietas no son míos y aun así siempre lo serán.
Que la paz se puede (y debe) negociar, pero una vida, en especial una inocente, jamás.
Que el respeto a los mayores no debiera ser una regla de cortesía sino una muestra de la mejor condición humana.
Que la felicidad solo dura un suspiro, pero que la alegría es el mejor y más duradero reemplazo.
Que la tristeza en soledad es el peor de los males.
Que cada pequeña victoria obtenida en la vida conlleva necesariamente innumerables derrotas previas.
Que Libertad y Justicia son, nada más que hermosas palabras, que lamentablemente, solo abundan en boca de las más inmorales personas.
Que pedir perdón es una necesidad para poder dormir.
Que perdonar es un acto de grandeza, pero recordar es también uno de sabiduría.
Que los recuerdos que mas duelen son aquellos que jamás hay que olvidar, ya que el costo de hacerlo es perder para siempre el recuerdo de alguien amado.
Que el silencio compartido con un amigo jamás es incómodo.
Felizmente aprendí muchas cosas más (profesiones, oficios, deportes idiomas, etc.) pero, finalmente, también aprendí que, mi esposa y amigos de la infancia y tantos otros coetáneos, somos inmigrantes por la fuerza de otro planeta que ya no existe y que en este “brave new world” (Un mundo feliz) somos apenas tolerados. Somos una especie en extinción sin esperanza de sobrevivir y que se apaga poco a poco junto con nuestros recuerdos.
Y aun me falta tanto por aprender…
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