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Inicio / Cuenteros Locales / tete / ANTES Y DESPUES DE SU SONRISA

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Hay calles entre las tumbas, entre los nichos, los panteones. Calles que comunican a ricos y pobres, porque allí, somos todos iguales, simplemente porque ya no existimos, solo un nombre en una lapida, recordando quien fuimos antes de convertirnos en nada.

Cuando ya el auto había recorrido todo el lugar, se detuvo, no había forma de ponerlo en marcha, como en aquella época en que conocí a Libertad, detuve el auto y simule en medio del bosque que ya no podía arrancar.

Eran otras épocas, locuras de adolescentes , con Libertad seguimos un tiempo de novio, despues nos peleamos y finalmente nos casamos. Lamentablemente no éramos felices porque simplemente nunca nos amamos, fue un pasión de juventud, pero al ser mayores nos dimos cuenta que ya no éramos los mismos, habíamos cambiado, los problemas, las responsabilidades, sin querer mataron la pasión y los sueños de aquellos días.

Mi vida cambió cuando conocí a Gigi, hubo un antes y un después de su sonrisa. Es allí donde uno se da cuenta que las cosas pasan porque es imposible evitarlo, si uno supiera el desenlace quizás otro seria el camino.

Gigi no conocía los colores , ni el rojo, ni el azul, solo el oscuro. jamás vio el agua, solo la sensación de deslizarse entre sus dedos.Su vestido blanco la hacia diferente, pero no lo era, ella tambien escucho el cantar de las aves, podía intuir si estabas triste o alegre, como me sucedió a mi cuando la conocí , supo al instante por mi voz que algo me pasaba.

Sabia como era un bosque sin verlo. el aroma de las plantas la hacia darse cuenta donde estaba.

Nacio asi, diferente, sus padres no la quisieron y la dejaron con las religiosas, ese fue el único mundo que ella conoció.

La vi por primera vez cuando fui a inscribir a mi hijo al colegio religioso, al salir y pasar por un pequeño jardín, la conocí, estaba parada con sus manos entrelazadas, - Pudo inscribir a su niño señor? me pregunto. Como lo sabia, como pudo .

-Lo escuche, usted no me vio, yo estaba en la dirección

-A claro ...si entiendo.

-Es usted un hombre triste - dijo, y, acercándose paso sus dedos por cada ángulo de mi rostro- Si lo es, no me equivoque, tiene una voz triste.

- Bueno yo, me tengo que ir

- No huya, y si lo hace pronto vendrá a buscarme

Me aleje lo mas rápido que pude, aquella mujer me habia impactado y yo no estaba nada bien.

Pasaron los días y disimuladamente me acerque al colegio con alguna excusa , la busque, no sabia su nombre, cuando creí que era imposible verla, me sorprendió su voz al punto de quedar extasiado y dar vuelta lentamente

- Le dije que volvería- entonces comencé a reír.

Nos sentamos en un banco de madera en el jardín, bajo un árbol que nos daba sombra. El invierno me producía melancolía, esa sensación que el sol no es suficiente para calentar nuestro cuerpo. Le conté que las cosas con mi mujer no estaban bien, que yo habia conocido una chica y sentía cierta tranquilidad con ella, aunque me estaba exigiendo que me separara, pero yo dejar mis hijos jamás, y así vivía yo, entre dos mujeres y no era feliz.

Ella me conto lo de sus padres, me dijo que la felicidad es algo interior que no tiene nada que ver con las decepciones mundanas, a lo que yo le conteste que no era muy creyente, casi nada- Ella comenzo a sonreir, se levanto y yéndose me grito -Vuelva otra vez, me hace bien hablar con usted.

Yo, justamente yo, le hacia bien, no lo podía creer.

Pasaron más o menos unos dos meses, cuando la encontré a la salida del supermercado, yo iba con unos cuantos paquetes, los niños que estaban con ella seguramente se lo dijeron,

-Niños! ayuden al señor a subir sus compras a la camioneta.

No asi esta bien, - dije

- Nosotras lo llevamos, no se hable mas

Y así fue como me acercaron a mi casa. la hermana que manejaba me dijo si sabia arreglar una cañería que estaba rota, a lo que yo encantado le dije ya mismo voy, deje mis paquetes y fui al hogar de las muchachas a solucionar el problema.

Mientras hacia mi trabajo ella estaba parada muy cerca mio.

Me lo dijo sin tapujos - Usted se separo de las dos mujeres.

Como lo supo, me esta asustando. Tendrá un don especial, seguramente lo tiene.

-No- le conteste, asi, contundente

-!Ah , deje de mentir! si aca se sabe todo - y se echo a reír-

Y yo que crei que tenia un don especial, es chusma no mas.

-Así que hablan de mi aqui

- Y si es el mas joven y buen mozo ja ja- y no paraba de reír- las madres hablan de usted

Yo estaba rojo como un tomate

-Ah y encima le da vergüenza. Sabe, hace bien , quédese solo, porque usted no las quiere a ninguna de las dos. Si total es un buen padre y eso ya es suficiente.

- Entonces con un impulso me levante y sin darme cuenta me acerqué tanto que casi roso su boca, y susurrandole al oido pregunte -¡Como se llama?

-Gigi. -Así ...nombre de cabaretera, simplemente la hermana Gigi. No me lo creí por supuesto,

-Claro, si, sabe que el trabajo esta terminado, nos vemos Gigi.

Y se quedo allí emitiendo una dulce sonrisa, porque sonreía bonito. De eso jamas me voy a olvidar. Creo que se reia de mi.

A partir de ese día en que casi rose sus labios en la cocina, algo cambio para mi, nunca habia sentido algo asi. Entonce trataba de no verla, por respeto y porque no podía ser.

Tiempo despues mi ex mujer enfermo, ella estaba a mi lado. Como no sabia como llamarla , no creí lo de Gigi, le pregunto a la hermana que siempre la acompaña, cual es su nombre. Gigi, me dijo.

- Vaya nombre para una....

- Pero así se llama me dijo.

Gigi permanecía a mi lado, cuidaba de mis niños, la otra hermana también lo hacia. Pero yo no quería tenerla cerca, pero estaba, ella estaba allí.

Dos meses después mi ex esposa murió. Ya no sufriria mas aquella terrible enfermedad, estuve a su lado en todo momento, nosotros al final éramos como hermanos, Nos habíamos divorciados y seguiamos teniendo una buena relación. Una vez me dijo- Vos si que estas en problemas, te enamorastes de una mujer prohibida, y ahora, como le vas hacer. Despues no toco mas ese tema, se habia dado cuenta.

Yo evitaba ver a Gigi, no quería que alguien se diera cuenta lo que yo sentía por ella.

Una tarde fui al convento y la encontré sentada en aquel banco, el nuestro, donde tantas veces nos contamos nuestras vidas.

-Venga sientese aqui a mi lado

- Como esta Gigi. Como sabe que era yo.

- Conozco su aroma. Se dio cuenta que nos tratamos de usted, después de tanto tiempo de amistad y de compartir cosas aquí en la escuela.

-Es que no esta bien -le respondí

- Y si, para los demás tanta confianza no estaria bien

-Claro eso es- le dije

- Sabe mis ojos no pueden ver, pero mi alma, mis oídos, mi olfato, se dan cuenta, del amor, del odio..

- Lo sé.

-Bueno mejor así, ahora usted va a manejar el auto, porque la hermana no esta, me va a llevar a la playa a juntar caracolas, las necesitamos para los chicos.

Corrimos en la playa como niños, me dijo que la mejor terapia para sacar todo aquello que nos dolía, era correr por la arena y gritar, gritar muy fuerte y si llovía mejor.

Vi su sonrisa, supe que ella en ese momento me sentia, sabia lo que me pasaba.

Con un impulso la bese, la abrase, ella tambien lo hizo, pero comenzó a correr y correr. Aquello estaba mal?. Supe que no, porque yo la amaba de verdad. y no tenia nada de que arrepentirme.

Entonces el mar enfurecido nos devoro, aquella pasión nos quemo hasta el alma, la espuma del mar acaricio la playa testigo de nuestros encuentros.

Había un abismo entre los dos, ella pertenecía a otro mundo,

- Yo lo amo, pero no puede ser. - me dijo una tarde, mirándome a los ojos. - Esto hoy tiene que terminar.

- Porque , si eso tiene solucion, yo me la robo, me la llevo lejos. La amo y no quiero perderla.

- No, es ,mejor asi - me beso, fue apasionada y dulce.

Después vi su sonrisa. Se fue caminando, despacito. Con las olas golpeando la playa, mojando sus pies, su vestido blanco empapado de sal, enfurecido el mar no entendía porque este amor no podía ser.

Comenzó a llover.

Seguí mi camino bajo la lluvia.

Después de aquella tarde no la vi mas.

Sera mejor que baje a buscar ayuda, al abrir la puerta veo su nombre, simplemente Gigi, como ella lo quería, me acerco y le digo que no quise verla así, que es mejor recordarla como era, entonces siento una paz infinita.

Ya no abra mas conversaciones, pero siempre estaras conmigo. no se si me estarás escuchando Gigi, sabes que yo no creo en esas cosas.

Supe, aquella tarde que el mar te llevo.

Es por eso que venia a preguntarte porque, si solo nos amábamos. Porque nos amábamos, de eso estoy seguro.

Creo que jamás sabré, porque lo hiciste. Pero tenía que venir, decirte que no lo puedo soportar. Te veo en todas partes, en nuestro sillón de madera. en el mar, cada vez más bravo, como mi corazón que no acepta perderte, por no haber hecho nada, quizás debí llevarte ese día. Pero no sabia, no lo sabia.

No se porque te arrojaste al mar esa misma tarde en que te dije que te amaba, no lo se.

Este es nuestro ultimo encuentro , el del adios.




















Texto agregado el 18-05-2025, y leído por 128 visitantes. (6 votos)


Lectores Opinan
26-05-2025 Hermosa y conmovedora historia. Me hubiera gustado que el protagonista se hubiera llevado a Gigi lejos, donde se hubieran podido amar sin estorbos. Te felicito por esta narración, amiga. ***** vaya_vaya_las_palabras
20-05-2025 Triste pero hermoso. Es elogiable poder sacarle luces a las sombras. Saludos! ANTEELTECLADO2
20-05-2025 Tristísimo, querida. Deja una sensación de vacío… MujerDiosa_siempre
19-05-2025 Lindo cuento, triste y con verdades sobre amores prohibidos. Saludos. ome
19-05-2025 —Hermoso cuento con triste pero a la vez estupendo final. —"Después vi su sonrisa. Se fue caminando, despacito. Con las olas golpeando la playa, mojando sus pies, su vestido blanco empapado de sal, enfurecido el mar no entendía porque este amor no podía ser." —Hay amores que en el tiempo pueden durar poco, aun así dejan huellas en el alma que un oleaje de tormenta quizás pueda borrar, pero ni la tempestad mas fuerte podrá quitar de la memoria la sonrisa de Gigi." —Abrazos. vicenterreramarquez
18-05-2025 Este texto nos da la razón en cuanto a qué el amor nace sin pedir permiso. Ella, impedida pudo verlo con los ojos del alma. Que bello amor;pero que triste su fin. .Sentí esa sensación de adivinar pensamientos que es lejos ,algo muy especial. También las olas llevándola y me inundó la tristeza... Que bello Teté Un beso Victoria 6236013
 
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