Para escribir flamencos, no necesité a Edmundo, me bastó mi mundo y mi corazón romántico.
Edmundo es un metiche, que todavía está biche
para la escritura, no llega ni siquiera a cura.
Edmundo no tiene talante, menos gran talento, es un hombre petulante, pequeño con ínfulas de gigante.
Edmundo es muy atrevido, mete siempre sus narices, en todas partes, anda dañando el arte.
Edmundo, Edmundito, calladito te vez más bonito, sabemos que eres bien feito, pero nos callamos.
Edmundo, Edmundito, en boca cerrada no entran moscas, hasta las locas en algún momento se callan.
Edmundo, Edmundito, ya has dicho muchas tonteras, quédate bien calladito y vete pronto por tu vera.
PEDRO MORENO MORA
|