Escuchando nuestros silencios

Luego del placer,
de ser generoso conmigo mismo,
me siento en calma.

Vi una reseña de Silencio,
la película de Scorsese.
Había muchas interpretaciones,
pero la mía es otra.

¿Qué decir del silencio?
Nada.
Y todo al mismo tiempo.

En casa,
en soledad,
escucho el silencio
y me escucho.

Pero no es solo oírme,
es conversar con el silencio.
Una charla muda,
como una oración sin respuesta,
como una esperanza que espera
sin promesa.

Le hablo al vacío
y el vacío responde con claridad.

Allí,
donde alguna vez temí a lo sagrado,
hoy solo busco
las respuestas que habitan en mí.

Ya no hay plegaria,
ni dogma,
ni salvación externa.

Solo esta oscuridad suave,
llena de armonía,
que me dice, sin voz:

Amate.
Encuentra
Calla.
Escucha.