0.-
En lo más profundo de los océanos habita el Kraken, un pulpo gigantesco y sobrenatural.
Esa criatura mitológica existe hace muchos años y algunos creen que es tan vieja como el mundo.
Muchos navegantes la han visto y pocos han sobrevivido para contarlo.
La bestia primordial duerme en la profundidad marina.
Y cada cierto tiempo despierta y entra en acción.
Dicen los sabios que revive para renovar la Tierra, ya que representa el alma oscura de la humanidad; la parte que está en la sombra primordial y que en un momento dado emergerá furiosa reiniciando el planeta y a todo lo que habita en él.
Ella es la que remueve, agita y contiene las placas tectónicas sobre las que se asienta nuestra Tierra.
Representa el caos primigenio; y habita en el límite del mundo, en el borde a partir del cual se yerguen las formas en la cuerda floja de la realidad.

1.-
Los más viejos de la “isla” están preocupados, ya que “Madre Gaia” está entregando presagios oscuros.
Animales inquietos, aves confundidas, peces muriendo en la orilla.
El clima trastocado como nunca antes se vio. Con veranos sedientos que agotan los manantiales e inviernos caprichoso y traicioneros que lanzan lluvias furiosas como diluvios.
Todo está al revés.
El viejo cerro humeante tiembla y ruge, exhalando azufre y moviéndose como gelatina.

2.-
Los sucesos de esta historia están plasmándose en el planeta en este mismo instante.
Las líneas temporales han sido trastocadas por el Gran Colisionador de Hadrones.
Mito y realidad se funden y entrelazan en el Árbol de la Vida.
Occidente herido por mano siniestra es entregado a traición.
La vieja estrella llora besos de sangre.
La luna es un plato en el que la humanidad es ofrecida en holocausto.

3.-
En esta noche cargada de símbolos, el Pan solloza en la boca de los niños.
Mientras los cimientos del mundo se preparan.
Los más viejos de la isla lo saben.
Madre Gaia está entregando presagios oscuros.
Justamente el instante más negro antes del Amanecer.