El abogado.

Alex era un muchacho demasiado bueno como para ser cierto, a pesar de no ser el ideal de las muchachas debido a su aspecto físico que no concordaba del todo con el ideal que las mujeres tienen de los hombres. Usaba lentes que no le favorecían para nada debido a su tamaño, diminutos y con mucho aumento, sin los cuales no podía ver más allá de su nariz, era el típico muchacho de biblioteca al que los deportes no le iban bien, es decir todo lo contrario del tipo de hombre que atrae a las chicas. Su madre lo mimaba tanto que, a sus treinta años, aún vivía con sus padres a pesar de tener un buen trabajo y poder tener su casa propia.
Era farmacéutico y pasaba la mayor parte de su vida, atendiendo su farmacia junto a una empleada mayor que lo quería como a un hijo.
Y así pasaba su vida, solo sin remedio, a pesar de vivir rodeado de ellos.
Pero, cierto día la vio, era una mujer elegantemente vestida que al pasar lo miró de tal manera que por un instante se sintió el hombre más feliz del mundo, aunque ella no iba sola, su acompañante era un hombre mucho mayor que ella que parecía ser su padre. Alex se enamoró perdidamente de aquella mujer y día tras día rogaba que pasara por la farmacia, aunque más no fuera para poder verla.
Una tarde Elvira, aquella mujer de sus sueños, entró a la farmacia, era un día lluvioso y ella a pesar de todo radiaba como un sol, para Alex que se apuró a atenderla.
De ahí en más las visitas a la farmacia, por parte de ella fueron frecuentes. Se hicieron amigos, tanto así que Alex se olvidó por completo del hombre con el que la viera por primera vez y supuso que era su padre, hasta que un día ella entró llorando a la farmacia y Alex al consolarla le preguntó el motivo por el cual se encontraba tan afectada a lo que ella le contestó que su marido le había golpeado a tal punto que le había dejado moretones en los brazos y que necesitaba un calmante debido al dolor de cabeza que tenía.
Alex se sintió furioso, no entendía el motivo por el cual una muchacha tan linda como ella se había casado con un hombre como aquél a lo que ella le contestó que él era rico y que sus padres la habían vendido por así decirlo y la obligaron a casarse con él.
Cada vez más furioso, el joven prometió defenderla, que contara con él para lo que quisiera y al decir esto, en ese momento era lo que verdaderamente sentía.
Elvira le agradeció y se acercó más para darle un beso de agradecimiento, algo que Alex no esperaba y que lo llenó de ilusiones.
Así comenzó aquel romance prohibido para ellos, olvidando todo y a todos, comenzaron a verse en lugares diferentes donde no fueran vistos por nadie. Elvira le contó su vida, llena de miedo y eso la hacía a vista de Alex como el ser más dulce y tierno que existía sobre la Tierra mientras que él también le contaba la suya que no era muy agradable tampoco, jamás había conocido el amor de una mujer como ella y se sentía completamente enamorado.
No había pasado ni un mes cuando Elvira volvió a entrar a la farmacia llorando y esta vez el golpe había sido en el rostro, algo que Alex no pudo consentir y decidió que costara lo que costara aquello debía terminar y que ella no volviera a su casa, debía dejar a aquel hombre que la maltrataba y ella estuvo de acuerdo e idearon un plan.
Alex la pasaría a buscar cuando cerrara la farmacia y se la llevaría con él, aunque ni él mismo sabía a donde, pero tenía que sacarla de aquella casa antes de que su marido la matara.
Decidió contarle a su empleada lo que le estaba ocurriendo y la mujer, con más experiencia le aconsejó que desistiera de hacer lo que estaba pensando y que se apartara de Elvira, pero eso no era lo que Alex quería y contra viento y marea, esa noche estaba frente a la puerta de la casa de Elvira.
Ella lo hizo pasar diciéndole que su marido no estaba en la ciudad y que jamás se enteraría de nada, pero que no podía irse porque era un hombre muy rico y la encontraría y de seguro la mataría.
De eso hace una semana, Alex se encuentra en el hospital con golpes por todo el cuerpo y lo peor es que no recordaba nada de lo sucedido.
Y lo que menos entendía era el motivo por el cual junto a su cama había un hombre uniformado y por qué una de sus manos estaba esposada a la cama.
Su madre también estaba allí con otro hombre que luego se enteró, era el abogado que lo defendería.
Todo aquello era demasiado, no entendía nada hasta que su abogado pidió a todos que abandonaran la habitación pues debía interrogar a su cliente.
Alex parecía más torpe que nunca, seguía con amnesia de todo lo ocurrido y con mucha angustia le preguntó al abogado qué era lo que había hecho para encontrarse allí a lo que Antonio, su abogado le contó que supuestamente había matado al esposo de Elvira y que ella lo denunciaba mientras lloraba a su marido muerto.
Aquello era demasiado, nada era cierto o por lo menos no era lo sucedido, pero había que probarlo.
Alex le contó hasta donde recordaba lo sucedido con Elvira, de cómo la había conocido y de lo enamorado que estaba de ella y más aún, sabiendo que su esposo la maltrataba, que bastaba con mirarle los moretones que debía tener en su cuerpo de las palizas que el hombre le daba.
Antonio es un hombre muy joven y además abogado de oficio, es decir que el estado se encargaba de defender a su cliente y esto debido a que, a pesar de tener un negocio, Alex no era rico y no hubiera podido pagar a un abogado con más experiencia.
Entonces habló su abogado diciéndole que no se fiara de su juventud, que era cierto que no tenía mucha experiencia, pero que había estudiado mucho su caso y que estaba seguro que, frente a un juez, demostraría su inocencia.
Alex había perdido toda la fe que alguien en su lugar hubiera podido tener, pero le agradeció todo lo que estaba haciendo por él.
Antonio era un abogado brillante y no había perdido el tiempo, fue llamado inmediatamente después que Alex fuera descubierto por la policía, debido a un llamado telefónico hecho por alguien que no dio su nombre y lo encontraran con el arma en la mano junto al cuerpo sin vida del marido de Elvira y a ella llorando junto a su esposo muerto.
Cuando Antonio le comentó a Alex todo lo que había hecho, el muchacho no salía de su asombro y menos aún, cuando al encontrarse mejor y ser llevado por la fiscalía para su juicio se encontró cara a cara con Elvira quien apenas lo miraba y le preguntaba por qué lo había hecho.
La cabeza de Alex le daba vueltas y vueltas y estaba a punto de desmayarse cuando de pronto se dio cuenta de la trampa en la que había caído demasiado tarde.
Pero, como dije antes, Antonio no solo es un excelente abogado, sino que debía ganar este caso si quería ser parte del bufete de abogados independientes y comenzar ganando su primer caso le abriría muchas puertas.
Le prometió a su cliente que en menos de lo que pensaba volvería a estar libre y aunque esto parecía imposible y la fiscalía creía haber ganado el caso con tantas pruebas abrumadoras en contra de Alex, la sonrisa de Antonio decía todo lo contrario.
El abogado le contó a su cliente que había estado investigando y además había hablado con una persona que a la postre sería su liberador, pero Alex sin entender nada, ni siquiera recordar lo sucedido, no podía creerle.
El día del juicio, Alex fue llevado frente al juez que luego de escuchar a las dos partes, tomó una decisión.
El abogado llamó al médico forense, algo que llamó mucho la atención ya que estaba muy claro que el marido de Elvira había sido apuñalado varias veces y que el arma había sido encontrada en la mano de Alex.
Tras varias preguntas que inquietaron a Elvira que elegantemente vestida estaba junto a los testigos, se llegó a la conclusión de que nada de lo que habían visto referente a la muerte del occiso era cierto.
Al abogado le llamó la atención que, a pesar de haber sido apuñalado varias veces, bajo el cadáver no había sangre, esto lo explicó, entonces el médico forense diciendo que fue lo primero que le llamó la atención ya que, si hubiera muerto debido a las varias puñaladas, debía estar lleno de sangre y eso no era lo que se veía en las fotos sacadas por la policía.
Explicó que a pesar de que era muy claro como lo habían matado, para él era necesario una autopsia y allí encontró la respuesta a sus preguntas, ninguna de las supuestas puñaladas había tocado ni un solo órgano vital ya que fueron hechas pos mortem y que el verdadero motivo por el cual había fallecido, era el envenenamiento, su sangre aún estaba llena de Talio, un potente veneno que lo mató algunas horas antes de ser descubierto su cadáver.
Para el juez estaba claro como el agua, la perversa viuda buscó a un muchacho inocente para poder culpar a alguien y quedarse con la fortuna de su marido, en ese momento fue detenida y al ser revisada no le encontraron golpes en su cuerpo, todo había sido fingido. El juez le otorgó la libertad no sin antes darle un consejo, debía dejar de ser ingenuo y reconocer a algunas mujeres tal cual eran.
Alex al salir de la cárcel y volver a ser un hombre libre agradeció a Antonio quien en poco tiempo pasasó a ser el nuevo abogado del bufete y por supuesto luego de su primer caso ganado, vendrían muchos más los cuales a su debido tiempo narraré.
Hoy Alex ya no es el muchacho ingenuo de antaño, conoció a alguien que le hizo cambiar algunas cosas, tales como lentes de contacto, un gimnasio donde aprendió a modelar su cuerpo y a volver a enamorarse, pero esta vez con la aprobación de todos, de alguien de su edad que de ahí en más compartiría su vida.

Omenia
10/3/2025