Reímos a medianoche
entre adictos a la playa y al cristal,
sin pensar en el futuro nos perdimos en el coche,
rodeando la costa, ceniceros a reventar,
me pedías más desorden,
yo miraba el reloj, me gustaba parar frente al mar,
siempre con el mínimo contacto
causa inédita de pocas consecuencias
si acaso, una colisión de palabras antes del amanecer
no sea que parezcamos velas de citronela
si alguien pasa y nos observa.
Texto agregado el 09-04-2025, y leído por 56
visitantes. (1 voto)
Lectores Opinan
11-04-2025
Que vida ah
Igual que tu anterior publicación
Me da la impresión que no está completo
Como si fuera un fragmento de una creación mas larga Ishamael
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