El Canto de un Dios
Hubo noches iluminadas, tardes acuareladas y noches navideñas...Mientras mis ojos se abren ante su arte, ruego que mi vida brille. Y así, volar libre como un ave, donde no hay sentimientos ni películas de horror, tan solo el canto de un dios que en su imagen vuelvo a respirar...
El Milagro del Aliento
Frente al mar, vi sus olas hablar, los eternos nombres de Dios...Y mientras cerraba los ojos, un aliento mojaba las secas arenas de mi propia existencia.
Entonces escuché un latido que expresaba un nombre...Era el aliento, una y otra vez, como los eternos nombres de Dios.
Hoja en Blanco
Cogí una hoja de papel. Estaba en blanco. Y mientras escribía, supe que mi vida era igual, trazo a trazo, instante a instante, hasta que el libro esté listo.
El Vuelo
Frente a la riqueza de la juventud, observé los muros de mi interior: paredes de miedos, ansiedades y anhelos.
Un viento rebelde apuraba mis pasos sobre el abismo de un mundo inquisidor. Miles de ojos miraban mi cuerpo sin alas, miles de ojos brillaban como fuego placentero.
Cerré los ojos y escuché la voz del silencio...Infinitas voces piaban, aves a punto de nacer.
Y una voz calma mostró su rostro, como una nube en una pecera infinita. La seguí, y de mi ser brotó la luz de la paz.
Algo me arrastraba hacia aquella claridad...Volé, volé hacia su belleza. Y cuanto más me acercaba, más grande se hacía, hasta que todo fue luz.
Abrí los ojos y solo vi seres soñando que estaban despiertos, mientras yo caminaba sobre un mundo lleno de luz. |