Todas las mañanas podemos escuchar
un depósito de fuego en el mundo,
cerca de los pies se ahoga en un canal
nos arrastra en su embudo,
ahí toda la luz batida como un cóctel,
el hielo siempre se impone;
habito oculto en su fractura
avanzo por un camino del pasado,
no importa la temperatura
ni cuanto hayas suplicado,
por mucho que no reflexione
e intente ser ajeno como un guardabosques,
al final no puedo dejar sin recoger las aceitunas.
Texto agregado el 12-03-2025, y leído por 213
visitantes. (1 voto)
Lectores Opinan
23-03-2025
Ya no hay pie atrás a pesar de las súplicas.
Es mejor recoger aceitunas *****
Un abrazo
Victoria 6236013
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login