Si llegas a la hora
que hemos acordado
te vienes conmigo
si no me voy con el tiempo.

En el camino puedo encontrar
hermosas y grandes sorpresas
mujeres bien hermosas
cual rosas en la madrugada.

El tiempo me puede
llevar demasiado lejos
a ver lo que no verán
casi todos los viejos.

El tiempo puede volverme sabio,
a no morirme por un beso
por más dulces
que estén tus labios.

El tiempo también enseña
a ser puntuales y leales
en el juego, en la amistad,
en el amor y en el licor.

El tiempo nos demuestra
que una cosa es el amor
y otra distinta la pasión
que confundimos con amor.

El tiempo nos enseña a llegar
a la hora precisa que convinimos
a disfrutar momentos plenos
de caricias, besos y sentimientos.

PEDRO MORENO MORA