Sin vergüenza ni pena
pisoteando sueños ajenos,
la estrella arrogante
con ego en ascenso.
Una corona de barro
y un laberinto por alma,
pisa fuerte, rompe su suelo,
¿a quién le importa?
Solo otra dosis de veneno
antes de despertar
para saborear el eco del duelo.
Texto agregado el 26-02-2025, y leído por 31
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