Aprendí muchas leyes, sin importarme
quién iba a sufrir, las hice cumplir
la mujer de mi vida me pide que la olvide
el olvido es una ley del amor que no aprendí.

Yo estaba bien seguro
que nuestro amor sería eterno
cuando más fuerte parecía
se derrumbó como castillo de arena.

Tengo que aprender a olvidarte
así no me hayas enseñado
voy aprendiendo poco a poco
a olvidarte a través del arte y la poesía.

Pintaré paisajes más hermosos
de los que vi contigo, visitaré
hermosos parajes en compañía de una mujer
que no hiera ni con el pensamiento.

Con cada pincelada profunda
borraré un gran recuerdo
que creí eterno, dulce y tierno
que llegó bien hondo a mi alma.

Escribiré versos nuevos
mejores de los que te escribí a ti,
versos más intensos y puros
sin pensamientos malevos.

Sin odio te olvidaré más fácil,
el odio no es buen consejero, en lugar
de olvidar ayuda a recordar a quién
nos dio una puñalada certera en el alma.

PEDRO MORENO MORA