NOSOTRAS
Ana, Eva, María y Juana son cuatro chicas de unos quince años. Les gusta parecerse a los chicos e imitar lo peor de ellos: su agresividad, beber alcohol y llevar una vida promiscua.
Un día quedan las 4 para ver un partido de futbol. En el futbol gritan como los hombres, insultan a los jugadores e incluso se suben la camiseta enseñando los pechos.
A la salida del futbol ven a una chica del equipo rival que les llama la atención y se dirigen a ella.
ANA
Oye, niñata, ¿dónde crees que va con esa mierda de camiseta?
CHICA
Voy a mi casa, imbécil, déjame en paz.
ANA
Chicas, ¿habéis oído lo que dice esta monada? ¡Que la dejemos en paz!
Sí, te vamos a dejar en paz, ¡pero primero danos todo el dinero que llevas!
CHICA
No llevo nada.
ANA
¡Oh, no lleva nada!
¿Tú que estudias, para modelo?
CHICA
¡No te importa!
ANA
(De forma despectiva).
Encima de no llevar nada, es maleducada.
¡Desnúdate!

CHICA
¿Tú qué dices? ¿Estás mal de la cabeza?
EVA
¿No has escuchado a mi compañera? Que te desnudes, queremos ver tu bonito culo, ¡ja, ja, ja!
La chica sale corriendo. Ana, Eva y las otras dos amigas salen corriendo tras ella, le dan alcance, le bajan los pantalones y simulan violarla con un palo; luego la golpean y le roban.
Tras esto, sale corriendo y dejan a la chica llorando en el suelo. Antes, la amenazan y le dicen que, como diga algo, volverán a por ella y que saben dónde vive porque la vieron sacar unas llaves en Eduardo Dato.
Beben entre unos coches y fuman porros. Cuando pasan chicos y chicas a su alrededor, se les insinúan y les dicen palabras obscenas; incluso cuando los chicos no les echan cuenta, los llaman maricones. De repente, pasan 4 chicos.
ANA
Oye, morenazos, ¿dónde vais?
(Los chicos no hacen caso, entre otras cosas porque van con sus novias).
ANA
¡Maricones!
Oye, ¿no tenéis ganas de mear?

SUS AMIGAS (EVA, MARÍA Y JUANI)
Sí, yo también, y yo.
ANA
Pues vamos a meternos ahí y vamos a echá una buena meá entre los coches.
¡Juani, vaya conejo!
JUANI
¡Mira la cabrona de Ana, no termina nunca! ¿Tú qué tienes? ¿Un chocho o un depósito de Cepsa?

ANA
¡Yo tengo un peazo de chocho!
Oye, acércame la litrona.
(Se la mete entre las piernas y orina dentro de la botella.
Un chico pasa al lado de ellas).
CHICO
(Con descaro y riendo).
¿Qué pasa, tenéis ganas de llamar la atención?
ANA
Pues sí.
CHICO
Mira, te voy a enseñar una cosa.
ANA
¡Vaya polla!
CHICO
¿Te gusta?
ANA
¡Pues sí!
CHICO
¡Pues venga, vamos a hacerlo!
Ana le baja la cremallera al chico y, cuando va a hacerle una felación, un coche de policía se detiene junto a ellos, les pide la documentación y después les dicen que se vayan.
¡Ana y las amigas se van cantando!
EVA
¡Venga, vámonos para casa, tengo ganas de descansar un rato!
MARÍA
, ¿Veis esa ventana abierta? ¡Voy a colar la naranja por la ventana!

JUANI
¿A que no tienes coño de colarla?
MARÍA
¿Qué no?
(María tira la naranja y la mete por la ventana).
Primer plano de la ventana. Se escucha un grito, la luz de la casa se enciende y todas las chicas salen corriendo.
Se ve un hombre en calzoncillos que mira a ambos lados de la calle con cara de enfado y seguidamente cierra la ventana.
María sigue con sus fechorías junto con sus amigas y pasan cerca de un hostal, tiran unas latas de pinturas y otra vez salen corriendo. Se escucha un grito de un guiri: «¡Hijo de puta!».
A la altura de la Diputación deciden coger un taxi y dirigirse a la barriada Martínez Montañez, Durante el trayecto se beben entre las cuatro una litrona. Y antes de pagar, la dejan escondida en el asiento al lado del conductor.
Ana se levanta, se asoma por ella y ve a un vecino estudiando en la casa de enfrente.
Ana sube a la azotea en bikini y empieza a ducharse con una manguera, y ve que el estudiante la mira.
El vecino intenta apartar la vista de Ana para seguir estudiando, pero vuelve a mirar a Ana y esta aprovecha para quitarse la parte de arriba del bikini.
Su vecino se excita, cierra la ventana y se masturba, dejando los estudios a un lado.
Tras ducharse en la azotea, se va a su casa y sale a comprar el pan.
Al salir a la calle, se encuentra con su vecino y este la saluda, pasando ella de largo sin responder.
Ana se dirige a la panadería.

PANADERO
Hola, Ana, ¡te echaba de menos!
¿Qué me vas a enseñar hoy para no pagar?
ANA
Hoy no te voy a enseñar nada.
Te voy a dejar tocar lo que tú quieras, pero además del pan me vas a dar también una tableta de chocolate.
PANADERO
¡Cógela!
El panadero coge a Ana de la mano, la mete dentro del pantalón y empieza acariciarle la cara y besarla.
ANA
¡Se te ha acabado el tiempo, panadero, ya estás bien pagado!
PANADERO
Ven cuando quieras, ¡ya sabes que aquí hay de todo!
Ana lo manda a tomar por culo con el dedo.
Al salir a la calle, se encuentra con Eva, que se está peleando con otra niña. Ana defiende a su amiga y le dan una paliza a la chica.
La chica queda tirada en el suelo, la gente sale corriendo en su auxilio.
Ana y Eva salen corriendo, mientras un grupo de jóvenes sale corriendo detrás de ellas, aunque consiguen darle esquinazo, respirando aliviadamente.
Pasado un tiempo, Ana y Eva salen de su escondite y se dirigen a clases del instituto para buscarse una coartada. Allí se muestran pasotas: Ana dibuja en un papel pensativa, Eva se dedica a dormir sobre el pupitre.

PROFESORA
Ana y Eva, si no vais a atender,
mejor os marcháis.
EVA
(Retadora, pero sin alzar la voz).
Estoy harta de que me llame la atención.
¡Yo no me voy de la clase!
PROFESORA
(Excitada y nerviosa).
¡Fuera, Ana y Eva!
EVA
¡No me da la gana!
PROFESORA
¡O te vas ahora mismo o llamo al director!
Eva coge la botella de agua que tiene sobre la mesa y se la tira a la profesora, a la vez que sale corriendo; Ana la sigue.
Son expulsadas y se lo comunican a sus padres.
Suena el teléfono en casa de Eva, lo coge el padre.
DIRECTOR
Buenos días, ¿está don Juan?
PADRE DE EVA
¡Dígame, le escucho!
DIRECTOR
Mire, su hija ha sido expulsada de este colegio. Su comportamiento es incorregible, hoy ha
tirado una botella de agua a una profesora.

PADRE DE EVA
¡Eva, ven aquí inmediatamente!
EVA
(Con descaro).
¡Ven tú y no grites!
PADRE DE EVA
¡Ahora voy, te vas a enterar de lo que es bueno!.
El padre coge a Eva de la mano, Eva se resiste y, arrastrando, la encierra en su cuarto.

EVA
No hay por qué pegarme, puedo irme yo sola al cuarto.
PADRE
(Llorando y desesperado).
¡Vete, idiota!
EVA
¡Ya me voy, pero no grites!
Eva se mete en su cuarto pegando un portazo. Allí se tumba en su cama y escucha música, mientras canturrea música de Extremoduro.
Ana y Eva han planeado dar una paliza a una compañera que les cae mal.
Le tiran de los pelos y le arañan la cara.
Son denunciadas por el director y escapan de la ciudad para no ser detenidas por la policía.
En su huida viven delinquiendo e incluso roban en una tienda. Consiguen 300 euros en un robo a una tienda y con ese dinero, entre otras cosas, van a un concierto.
Llaman a sus amigas para comunicarse con ellas y decirles dónde están.

Anochece y se dirigen a un descampado, cerca de unas vías del tren, donde pasan la noche junto a una hoguera.

Amanece y sus amigas aparecen un poco más tarde, sobre las once.
MARÍA
Eh, estáis ahí. Eh, Ana y Eva, somos María y Juana.
ANA Y EVA
Sí, estamos aquí.
Las cuatro se saludan y María les dice a sus amigas que está harta de su madre y que quiere darle un susto para que la deje en paz. Deciden ir a casa de María y revolver la casa, para hacer como si le hubieran robado.
Salen del descampado y se dirigen a casa de María. Una vez en casa de María, la madre la recibe con un beso y un abrazo, y le pide perdón por lo sucedido el día anterior.
La madre de María le da un beso y le regala lo que tanto deseaba.
María se emociona, abraza a su madre y les dice a sus amigas que se pueden ir. Estas obedecen a María.
ANA
Bueno, nosotras nos vamos ya, señora. Solo veníamos a acompañar a María

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