Porque todo lo oscuro es insensato,
quiero invocar bajo el peso del invierno
la aurora sin reproche, el campo vasto,
guardaré las cartas para quienes sigan llorando.
Y alguien estará allí
contando las horas,
con una cita, a las doce del mediodía,
bajo un sol enamorado
de voces serenas que nos condenan
a la gracia de una patria adúltera
¡yo vine con ella!
Pero sé que cuando te miro
aún te amo.
Texto agregado el 11-02-2025, y leído por 89
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