Primero te dejé ir de mi piel
después de mi mente, con el tiempo
te deje ir finalmente
de mi corazón hermoso.

Con la mente más liviana
con el corazón más sereno
vieron la luz pensamientos de amor
florecieron en mi corazón sentimientos puros.

Otro nombre de mujer
fluyó en mi pensamiento
al encontrarse conmigo despertó
un sentimiento fuerte como el viento.

Ella me ama sin mentiras
ella apoya mis locuras,
ella como yo detesta la realidad
y le apuesta a nuestro amor de verdad.

Tú me ofrecías cielos nublados
ella me da siempre cielos despejados
tú me dabas besos amargos,
ella besos largos que terminan al amanecer.

Contigo el camino era muy largo
con ella el sendero es breve y hermoso,
contigo el frío helaba mi alma, ella enciende
una hoguera de pasión en mi cama.

Después de dos mujeres
por fin llegó la tercera,
más sincera que la primera
más pura que la segunda.

PEDRO MORENO MORA