Cada estrofa de ese poema que llego a mí, es la caricia de la música infinita, de la armonía de ser y no ser, ambos días pasan, en cada uno me parezco, pero también creo no verme.
Los días pasan vertiginosamente, la luz que nos ilumina muchas veces se apaga, no podemos descubrir que hay más allá, quizás otro yo que no responde, otra creencia que no se anuncia, pero nada puedo descubrir, los secretos de la vida no están en nuestro alcance; todo fluye, todo lo que vemos existe, también lo que no podemos ver, suceden cosas en mi interior, muchas veces no me reconozco, no sé si soy aquella, si estoy bien plantada en mi actitud, o solo que no entiendo esa dificulta para ser lo que siento qué deseo hacer.
Quizás un día, me descubra y me abrace conmigo misma, o con la vida.
A-M-R |