Siempre tenías un pretexto
para evadir tu compromiso
si yo no te protesto por ese abuso
nunca hubiéramos tenido sexo.

Cuando no te detenía la lluvia
te detenía el exceso de calor
otras veces porque cerraron
la vía y no podías pasar a mi lado.

Cuando no te detenía
la enfermedad de tu hermana
te detenía el frío de la mañana
que te podía resfriar.

Un día amanecí mal dormido
por teléfono te dije dolido
mejor quédate donde estás
acá ya no me haces falta.

Con música y poesía amorosa
ya llené tus espacios vacíos
otra mujer más hermosa
ya viene a ocupar tu lugar.

Al sentirte desplazada
te pusiste a llorar, a gritar
y a suplicarme que me ibas a amar
como siempre debiste amarme.

Al rato llegaste corriendo
a colmarme de besos y caricias
a rogarme que te perdone
yo no te quise perdonar.

PEDRO MORENO MORA