Es la mañana del lunes y te despertás como para trabajar. Pero no.Estas de vacaciones, lejos del barrio de Retiro o Catalinas como deberían llamarle por el convento de las monjas. Estás en Jureré, Viajaste como miles de compatriotas a Brasil. Un aluvión de argentinos. Mucha clase media angustiada que tarjetea, deja de pagar cosas con tal de irse lejos de su casa y de su país. Es que aún no entienden como eligieron un presidente que es un delirante pero que rehizo la economía al parecer. Por supuesto ahora los ricos son más ricos y los pobres más pobres. Pero ahora a vos eso hoy no te importa. Si hay enfrentamiento de clases, no lo pensás. Mientras las masas hagan colas de tres horas para hacer migraciones y cruzar la frontera no va a pasar nada. Es la vuelta del deme dos.Todos comparando precios y sugiriendo en las redes, lo barato que compran y consumen. Los que quedaron siguen viajando en trenes y subtes antiguos, esquivando tipos en la calle, con un calor insoportable y sin lluvia. La inseguridad que fomentan por los noticieros hace que crezca aún más violencia. Cualquiera ahora sale de caño con una moto robada y zapatillas nuevas. Se rompieron los códigos.Entonces te enterás que un jubilado mata un chorro con una escopeta y festejás como todos en las redes. Es una guerra silenciosa que se mira desde lejos. Desde Brasil. Pensás es que a vos no te pasa y por eso te gastás los ahorros de todo un año, pensando que cuando llegues vas a encontrar todo igual. Pero no en esta semana de sol, playa, Acai y caipirinha. Aunque veas por la tele que ya empezaron a desvalijar casas de los que se fueron de vacaciones. Eso le pasa a los otros. Eso no te va a pasar a vos. Eso pensás.