Primero fuiste miel en mis labios al cabo de dos años sal en mi corazón. Yo todavía no me explico porqué cambiaste de repente, dejaste de ser romántica y solidaria en las adversidades. Alguien debió pintarte con arte castillos encantados mi castillo de arena y cemento para ti empezó a ser poca cosa. Alguien debió prometerte el cielo, diamantes y mucho dinero no te bastó el oro de mi alma ni mis bellos sentimientos. Con esta infame traición mi vida aquí no termina con dolor sacaré la espina de mi noble corazón. En el suelo que derramé mi sangre sembraré flores de colores todo lo que yo he sembrado ha florecido siempre. Otra mujer sembró amor en mi corazón amor que floreció como las rosas que sembré tus castillos encantados fueron pintados con pintura barata. PEDRO MORENO MORA
Texto agregado el 01-02-2025, y leído por 24 visitantes. (12 votos)