Mis demonios al salir
Siempre están allí, en la oscuridad,
esperando el fallo, mi fragilidad.
No conocen piedad, no dejan de mirar,
como dragones de fuego, listos para atacar.
En mi mente se esconden, callados, al acecho,
esperan mil años, con su mal en el pecho.
Te carcomen el alma, te roban el amor,
te dejan vacío, sin rumbo, sin voz.
Ellos nunca rezan, no conocen paz,
gárgolas de piedra en su maldita soledad.
¿Qué será de mí si deciden salir?
Mis demonios dentro, listos para destruir.
¿Qué será de mi alma, qué será de mi corazón,
si abren las puertas de mi desolación?
Nunca duermen, no descansan jamás,
me observan de lejos, en su frío umbral.
Yo no puedo huir, solo puedo mirar,
la sombra en mi pecho queriendo gritar.
Como llamas ardientes, me quieren consumir,
en un juego eterno, no me dejan vivir.
Te carcomen el alma, te roban el amor,
te dejan vacío, sin rumbo, sin voz.
Ellos nunca rezan, no conocen paz,
gárgolas de piedra en su maldita soledad.
¿Qué será de mí si deciden salir?
Mis demonios dentro, listos para destruir.
¿Qué será de mi alma, qué será de mi corazón,
si abren las puertas de mi desolación?
Son mis propios miedos, mi eterna prisión,
un eco que grita en la oscuridad del rincón.
Yo quiero escapar, pero no sé a dónde ir,
si son parte de mí, ¿cómo los puedo extinguir?
¿Qué será de mí si deciden salir?
Mis demonios dentro, listos para destruir.
¿Qué será de mi alma, qué será de mi corazón,
si abren las puertas de mi desolación?
Ellos siempre están allí, nunca me dejan vivir,
esperando el momento, listos para el fin.
|