Amores incompletos
He tenido por montones
Y aún me penan
Aún me penan
Han turbado mi mente
Fusilaron mis ganas
Me estoy secando lentamente
Debilitando y muriendo irremediablemente
Amores incompletos
Me anularon por errores
Agrietaron ilusiones
Amores Incompletos
La estupendóstica canción del grupo chileno Los Tres
Es como un tratado del amor
La nada por definición, no existe
Entonces, lo que queda es el todo, que quizás sí existe
Me tomó años encontrar una forma de entender esto
De mis propias reflexiones
Nada o Nada
Yo no la había visto
Es decir, sí la había visto, pero, no había puesto mi atención en ella
Me llamaba la atención esa especie de fijación de ella al mirarme, a veces. Sin embargo, nunca se me habría pasado por la cabeza que pudiera estar interesada, o que yo pudiera interesarme.
Lo normal era que ella llegara y saludara a todo el mundo, Lo normal era también que por alguna razón, siempre terminaba saludando a quienes estaban al lado mio, entonces se instalaba a conversar temas sin importancia
Eventualmente me fijaba su vista en mi y entonces, a veces me saludaba, a veces no
Cuando lo hacía, yo respondía su saludo, pero en seguida volvía a lo mio
En una oportunidad, ella llegó, saludó a todo el mundo como era habitual, terminados los saludos, pasó por mi lado sin mirarme y se fue a su lugar de trabajo
Siendo sincero, yo ni me percaté de todo esto
Momentos después, se pone de pie y caminó directamente hasta donde yo estaba, se para frente de mi y me dice
Usted que es tan corto de genio que no me va a saludar, tengo que venir yo!
Creyendo que bromeaba, le sonreí y la saludé
En mi país, se ha instalado la costumbre de saludar besando la mejilla, una costumbre para mi incómoda, así que por supuesto, no hice eso
Bastaría tomar sus palabras como una broma, sonreír falsamente, lanzar un descomprometido saludo y hacerme el simpático para seguir el tono de broma
Ella volvió a su puesto de trabajo, parecía molesta
Yo volví a lo mío, pero a veces, aun extrañado, levantaba la vista y la miraba
Ella me ignoró el resto del día, sin embargo, este incidente hizo que comenzara a verla
Y comencé a verla
Era una mujer más o menos de mi edad
Su rostro era un poco pálido, a su mirada le faltaba brillo
Tenía el pelo corto casi llegandole a los hombros
No sonreía nunca
Lo que ella me transmitía era algo así como una flor, que recibía cada vez menos agua y cuyos pétalos se iban volviendo mustios
En general, me pareció que su aura irradiaba una especie de soledad
En fin, sea como sea, desde ese momento comencé a observarla mas seguido
Llegaba cada mañana, caminado casi como con prisa, tenía un rostro serio donde no había espacio para las sonrisas
Saludaba a todo el mundo menos a mi
Yo pensaba que era tan evidente que no me saludaba expresamente a mi, que no podía ser casualidad, era a propósito, y me preguntaba que diablos le pasaría y que tipo de mujer seria
Los días se fueron siguiendo uno tras otro y la situación comenzó a cambiar un poco, tanto que cuando llegaba, en el momento de los saludos, a veces solía quedarse mirándome a los ojos y en ocasiones hasta me saludaba con un gesto con la mano, gesto que yo por supuesto, respondía
No era a propósito, pero siempre era ella la que primero me saludaba, y yo el que respondía. La verdad es que yo pensaba que si la saludaba, quizás me respondería, quizás no. No lo sabía y la verdad, no me importaba
Hubo una época de mi vida en que habiendo percibido su soledad, habría empatizado con ella y quizás mi actitud hubiera sido distinta, no lo se,, ese yo había crecido, había aprendido y ya no existía
Pensaba que ella debería encontrar una manera de lidiar con sus demonios como yo tuve que hacer con los míos
Al principio, observaba su proceso con más curiosidad que interés
En algunas ocasiones ella iba a conversar directamente con la persona que estaba al lado mio y hablaban de algún tema, hasta que de pronto me saludaba y trataba de iniciar una conversación conmigo
Me impresionó que no dejaba nada a la ambigüedad, cualquier situación que no entendiera, me preguntaba directamente, me gustó esa frontalidad, me parecía una rara cualidad
Me contó que había acabado de estudiar la carrera de Abogado en una universidad, pero no pensaba ejercer
Había sido mas bien com un desafío personal
Que vivía sola
Que no tenía hijos
De sus viajes por Europa
De su día a día
A mi me parecía una vida con muchas actividades, pero había sin embargo, una constante
Siempre sola
Navidades, año nuevo, cumpleaños, celebraciones, reuniones
Siempre sola
Reconozco que ella despertaba mi curiosidad
Sentía que cargaba a cuestas sus circunstancias, que yo conocía estos escenarios, tanto que estaba a salvo de ella
Sin embargo, se volvió normal
Ella llega, me mira, me saluda, le sonrío, la saludo
A veces se pone de pie, se pasea, yo a veces la observo, ella me ve a los ojos
No hay palabras
A veces se queda pegada mirándome a los ojos
A veces yo
Ahora que lo pienso, ni siquiera sabía cómo se llamaba
En algún momento creo, le pregunté su nombre y ella hizo como que no me escuchó
o simplemente ignoró mi pregunta
Cierto día nos encontramos solos en la puerta del ascensor, nos miramos ella no me saludó
Yo tampoco
entonces, solo le dije
Vamos a mirarnos toda la vida?
Ella me queda mirando, como si no supiera que decirme, luego me responde
Espero que no
Ese día, bajamos en el ascensor, salimos a la calle, era medio día
Un sol despiadado dejaba se dejaba sentir
No se que pasaba
No era el comienzo de algo
Era quizás un comienzo de otra cosa, ahí la dejo y que cada quien lo interprete como quiera
No hablamos mucho, la verdad es que no nos conocíamos, y esta situación estuvo repleta de silencios incómodos
Siempre he pensado que hay una forma de comunicación en la que no hacen falta palabras
Hay hay también formas de descomunicación en que ni con palabras
Este momento era de esos últimos
Creo que ella también lo sintió
LLegado el momento, tuvimos que volver
Hablamos poco, pero el tono de la conversaciṕon había cambiado
Para ella y para mi
Lo que sea que pudo haber sido, o que hubiera estado pasando, se había agotado en ese encuentro
En mi caso, la curiosidad que ella despertaba en mí, fue reemplazada por un extraño tipo de indiferencia
Creo que a ella le pasó lo mismo
Como que sin vernos, vimos que no nos veíamos
Que no podríamos vernos
Ambos entendimos que no recorríamos los mismos caminos
Que no compartíamos afinidades, ni intereses
Esto no era algo ni triste ni alegre
Sólo, no era nada
Desde entonces, cada vez nos vemos menos
A veces me saluda, a veces no
Y yo ya no la observo de lejos
Creo que es un buen desenlace de esta historia que no tuvo un comienzo, solo el final
Cuando no hay nada
Cuando no pasa nada
Lo mejor, es dar vuelta la página
Y seguir nuestro camino
Randal Tor
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