Inicio / Cuenteros Locales / Mandeville / Bebíamos mucha agua.
El nido estaba en lo alto de la escalera,
nadie sabía cómo habían llegado hasta allí,
al fondo del patio miraba un hombre
con sus manos haciendo de visera,
excepto por el calor que hacía morir en vano
nadie diría que esto es una aldea,
o más bien una tumba de la impaciencia,
tal vez una cárcel para nombres de padres,
cabellos de barba cruzando la plazoleta,
¿copa y puro, café y cigarro?
Preguntaba el camarero ya por inercia,
Y las madres cargando pijamas de seda
a la hora de la siesta,
justo cuando descubrimos el nido
en lo alto de la escalera. |
Texto agregado el 21-01-2025, y leído por 25
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