Una interpretación irreverente de la Ilíada
Parece, según el escritor e historiador griego Homero, que Ulises (también conocido como Odiseo) era el único griego que la tenía clara.
Tal como indica la leyenda, el pícaro Ulises había sido “pretendiente” de Helena hija de Zeus, ella era una “diosa” (por parte de padre, claro), la mujer mas linda del mundo y que originaría finalmente el conocido “quilombo de Troya”. Como la dama era muy solicitada, Ulises, viendo escasas sus posibilidades, se fue de boca y, para que no se armara un despelote entre los pretendientes propuso la genial idea de que ella eligiera y los candidatos “descalificados” se unirían en promesa para la defensa de la pareja y el honor de Helena. Entonces Helena eligió a Menelao, que, como ya veremos más adelante era rey de Esparta y lucia una corona, pero también era un gran candidato para lucir cornamenta.
Ulises, entonces rey de Itaca, no muy triste con el resultado, rápidamente desposó a Penélope (que si bien no era hija de Zeus también estaba bastante buena) con quien tuvo un hijo, Telémaco.
Así las cosas, tuvo que venir de visita por negocios a Esparta el pibe Paris, hijo de Priamo rey de Troya, y parece que la razón del viaje cambió súbitamente de negocios a placer. Paris se enamoró de Helena y directamente la raptó (sin resistencia alguna por parte de ella) llevándosela a Troya.
Menelao (el cornudo) y su hermano Agamenón invocaron la promesa de los ex pretendientes (que ciertamente eran llamativamente muchos) a una guerra contra Troya para recuperar a Helena. En este punto es válido aclarar que nadie se molestó en preguntarle a Helena si quería ser “recuperada”, y en realidad todo indica que Helena la estaba pasando “bomba” en Troya con Paris (Nota del autor: el autor hubiera preferido estarla pasando bomba con Helena en Paris lejos de Troya).
Una vez mas, Ulises ante la disyuntiva de guerrear y eventualmente morir por el honor de un cornudo y una dama que se las traía, optó por fingir locura y se puso personalmente a sembrar con sal sus cultivos demostrando de esta forma ser el mas cuerdo de todos los griegos. Lamentablemente la célebre diplomacia Espartana sugirió que si Ulises estaba loco bien se podía entonces matarle a él, al hijo y a la esposa y apropiarse de Itaca, razón por la cual Ulises dejó de hacerse el loco, se calzó el casco, la armadura y la espada y partió para Troya.
Para no abundar en detalles el sitio de Troya duro unos diez años, esto significa que, durante una década los griegos vivieron en campamentos sobre la playa, con poco para comer y beber, sin mujeres y desarrollando testosterona en vanos intentos de asaltar la ciudad fortaleza mientras que los troyanos, detrás de los muros morfaban, chupaban, disfrutaban de los placeres carnales y cada tanto tiraban desde el muro alguna flechita a los intrépidos aqueos que intentaban merodear por la zona.
En este punto se debe hacer notar que diez años de castidad en jóvenes guerreros era excesivo por lo que no resultaba sorprendente ver a fieros combatientes griegos semidesnudos blandiendo espadas y lanzas durante el día y blandiendo alguna otra cosa durante la noche en el interior de sus carpas (que efectivamente eran compartidas). No por eso se debe aceptar de buenas a primeras de que los griegos inventaron en esa oportunidad un movimiento táctico defensivo (conocido por algunos historiadores como “la danza de las flechas”) que, con el propósito de evitar los proyectiles enemigos, consistía en dar pequeños brincos graciosos en puntas de pie, tomados de las manos mientras gritaban desafiantes “!osoooo!”.
Sin ir mas lejos el máximo héroe aqueo, Aquiles, realmente se puso muy “chivo” cuando al boludo del héroe troyano, Hector, hermano del “pata de lana” Paris, se le ocurrió matar a Patroclo, “amiguito” íntimo de Aquiles. A partir de allí el quilombo fue en ascenso, porque Aquiles mató a Hector, y posteriormente su hermano Paris le clavaría una flecha en el “talón de Aquiles” a Aquiles (perdón por la redundancia). (Nota del autor: Parece que a la mamá de Aquiles se le ocurrió agarrarlo por el talón cuando lo sumergió de niño en el río Estigia, haciéndolo invulnerable en todo el cuerpo menos en dicho talón, de donde se conjetura que hubiera sido mas práctico agarrarlo de cualquier otro apéndice o protuberancia… por ejemplo… un dedo… seguro que nadie se muere de una herida en el dedo, ¿no?).
Volviendo al tema, Ulises, que al menos aparentaba ser “hetero” tenía unas ganas locas de volver a los brazos de su amada Penélope. (Nota del autor: Parece que Penélope tejía de día y destejía de noche mientras esperaba el retorno de Ulises, pero algunos criados del palacio afirman que no era exactamente “tejer” lo que hacia, de donde se sospecha que puede haber habido algún problema en la traducción del verbo tejer, Esto lo confirmarían recientes hallazgos de manuscritos en las ruinas de Itaca donde describen a las fiestas de la época, como un frenesí de alcohol y tejidos)… me fui del tema…
Entonces Ulises ideó un plan. El plan consistía en armar un gigantesco caballo de madera hueco, donde se ocultarían Ulises y varios guerreros griegos y dejarlo abandonado en la playa como ofrenda a Atenea mientras el resto de la flota simulaba retirarse de vuelta a Grecia. (Nota del autor: No se tiene la absoluta certeza de si dicho caballo efectivamente tenía rueditas). Lo cierto es que los “giles” de los Troyanos que se habían “bancado” los diez años de asedio, encabezados por el rey (y boludo mayor) Priamo, metieron contentos el caballo dentro de los muros de Troya, y esa noche, para festejar, los troyanos se alzaron una “curda” mayúscula. Ulises y los guerreros salieron de dentro del caballo, mataron a los guardias (que ya estaban bastante “muertos” por los festejos) y abrieron las puertas para que entrara el resto de la tropa griega que ya había pegado la vuelta. El resultado es más que conocido y dio origen a la antigua y sabia frase “Ardió Troya” (Nota del autor: desconozco como se dice “eso” en griego antiguo).
Como toda historia o leyenda el famoso “caballo de Troya” nos deja algunas enseñanzas.
1- A caballo regalado no se le miran los dientes, pero sí en cambio se estima muy recomendable practicarle una endoscopía, o al menos una buena colonoscopía.
2- Definitivamente no es cierto que los virus “troyanos” los haya diseñado Ulises en su viaje de regreso a Itaca (Existen pruebas de que los virus no aparecieron hasta MS DOS 3.2)
3- Prudentemente, todo “regalo” debe ser tomado en principio como un “caballo de Troya”. Ej: cuando un joven varón le regala a una dama flores o bombones la dama debe preguntarse “¿que pretende conquistar este joven?” (Nota del autor: si, ya se que la mayoría de las damas de hoy ya conocen el “objeto” de la conquista masculina).
4- Es conveniente también alertar a los jóvenes de hoy, que “el objeto” en cuestión también puede constituir un caballo de Troya regalado por la dama con el objeto de conquistar todos los objetos del joven sin excepción. (Nota del autor: Ver caso bíblico de la manzana entregada por Eva a Adán y las posteriores repercusiones por todos conocidas… algunos autores discrepan que el “objeto” fuera exactamente una “manzana” (aunque todos coinciden en que en reciprocidad Adán si le quiso dar a Eva algo parecido a una fruta)
Finalmente, y como moraleja es conveniente recordar que:
a) Todas las mujeres son potencialmente “Helenas”
b) Las leyes de Murphy establecen que los hombres tienen un 88,66 % más de posibilidades de ser un “Menelao” que un “Paris”.
c) En cualquier circunstancia de este tipo que tengamos que enfrentar en nuestras vidas es siempre conviene apelar a la “solución Ulises”.
(Nota del autor: por “solución” se entiende que no consiste en ponerse a armar un caballo de madera gigante sino en salir a tirar sal por todos lados haciéndose el boludo)
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