TU COMUNIDAD DE CUENTOS EN INTERNET
Noticias Foro Mesa Azul

Inicio / Cuenteros Locales / nelsonmore / Media estrella

[C:621900]

En la universidad lo conocían como café frío, pues no le gustaba el café caliente. Siempre que iba a una cafetería pedía un café con pan de bono. El café tenía que estar frío; si le servían caliente, no lo tomaba sino hasta que enfriara. Muchas veces pedía un cubo de hielo para enfriarlo más rápido. Frente a su labor en el alma mater, las opiniones estaban divididas: Unos lo querían, otros lo detestaban y deseaban no verlo más en los salones de clase. No calificaba con números, sino con estrellas. A quién le iba mal, calificaba con una estrella; calificación muy dudosa pues calificaba de acuerdo a su conveniencia. Sí era un estudiante sumiso, así no supiera nada le ponía cinco estrellas. Sí era una mujer hermosa y sumisa le ponía cinco estrellas más su autógrafo asqueroso, sin importar que tuviera el cerebro hueco. Los estudiantes más rebeldes eran calificados con una estrella. Muchos le tenían temor, pues era capaz de las peores bajezas con tal de lograr sus propósitos. Muchos le decían en voz baja Atila, no por sus proezas, sino por ser el rey de la única estrella con la cual calificaba.
Ya estaba por jubilarse, pero su intención era seguir trabajando unos años más; ya que el reglamento sé lo permitía. Fue designado para dictar teoría literaria a los estudiantes de primer semestre. Desde la primera clase los estudiantes se cansaron con su retorica barata, ni siquiera tomaban apuntes; se la pasaban de bostezo en bostezo, rogando que terminara pronto esa clase. Sé creía el mejor profesor de la universidad. Según él, estaban en mora de otorgarle una distinción por su excelente trabajo durante 30 años. La verdad es que en tanto tiempo no hizo, sino hablar caquita. Siempre miraba a los demás con desprecio; se creía el centro de atracción y no pasaba de ser un papá natas, al que unos tres pelagatos adoraban. En este semestre las quejas de los estudiantes aumentaron. Los directivos tomaron cartas en el asunto y decidieron investigar la situación. El decano de la facultad de humanidades fue por todos los grupos y delante del catedrático pidió a los estudiantes que lo evaluaran. Todos lo evaluaron con media estrella, no solo por lo anticuado, sino también por lo cuchilla que era, pues si un estudiante tosía en clase le quitaba estrellas; sí otro contestaba una llamada le quitaba estrellas; sí otro besaba a la novia en el descanso también le quitaba estrellas. También quitaba estrellas a los que mascaban chicle en clase. En fin, incomodaba por todo y a la vez por naderías.
El decano de la facultad pidió a los estudiantes que lo evaluaran de nuevo; todos dibujaron media estrella. El directivo le preguntó a un estudiante las razones de dicha calificación. El estudiante le contestó lo siguiente:
-Le gusta comer mocos; se para como una señorita y no le gustan los estudiantes que llevan la contraria, es egocéntrico y se parece a Pinocho.
El estudiante iba a seguir adelante, pero el directivo le dijo que era suficiente. Con el material probatorio tomaría una decisión lo más pronto posible. Hermenegildo estaba asustado, pues en la auditoría salió mal librado. A pesar de la situación, aún tenía la esperanza que lo dejaran seguir dictando su cátedra de estupideces. Tenía una fichas plastificadas que ya estaban mugrosas por el paso del tiempo y el sudor de sus manos. Después de una semana de realizada la auditoría lo llamaron a la secretaría de la facultad y le dijeron que a partir de ese momento estaba despedido, que cotizara por su cuenta los meses que le faltaban para pensionarse. A los tres días le dio un infarto; nada pudieron hacer los médicos por él. Nadie fue al sepelio; nadie rezó una oración por él; solo su mujercita encendió una vela que pronto el viento apagó. Anatolia antes de acostarse dijo en voz alta:
-"Menos mal que te moriste; tu mal aliento, pecueca y sobaco me tenía con nauseas.
Anatolia quedará pensionada y se gastará ese dinero con su amante. Nadie sabe para quién cotiza.

Texto agregado el 19-01-2025, y leído por 23 visitantes. (14 votos)


Lectores Opinan
21-01-2025 En mi primera clase de Algebra en la Universidad, un profesor, cuyo nombre no voy a revelar, declaro:"Yo no soy su profesor, soy su maestro!, yo no quiero alumnos, quiero discipulos!" Esas cosas pasan, e increíblemente, pasan mucho, pero realmente mucho Bien Pedro Ishamael
19-01-2025 Tremendo. tete
 
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login


[ Privacidad | Términos y Condiciones | Reglamento | Contacto | Equipo | Preguntas Frecuentes | Haz tu aporte! ]