Soy afortunado.
Mis problemas casi no existen.
Tengo la Libertad.
Y me miro las manos.
Quiero embriagarme.
Robustecer esta sensación.
No ritualizo algún fin.
No festejo algún triunfo.
Solo me llama la música.
Y busco perderme en tanta paz.
Existo, y el viento lo sabe.
Todo existe, brillante y suave.
Y la belleza del atardecer
La brisa y el ámbar
El susurro de las hojas
engalanadas y risueñas.
Todos queremos celebrar por disfrutar.
Vagar en el sutil retozar.
Y vuelvo a reír como un virgen
que bebe por primera vez,
al ver una bella muchacha
encender un cigarrillo al revés.
Me envuelven la nostalgia y la alegría.
Y estoy aquí y eso esta tan bien.
Esta noche quiero ser un galán.
Y lucirme de gracioso.
Pero entonces llega Claudio
apresurado y encolerizado
lleva el rostro distorsionado
y un puñal...
la gente grita y corre
y él se acerca y se abalanza
y ladra y se revuelca, martillando y chocando
me apuñala tanto, con brutal violencia
y siento que todo se oscurece
lentamente
todo se oscurece.
Texto agregado el 09-01-2025, y leído por 29
visitantes. (2 votos)
Lectores Opinan
09-01-2025
Me encantó tu verbo.
*****
Un abrazo
Victoria 6236013
09-01-2025
Este es un pasaje que bien pudo estar inserto en "El Hombre De La Esquina Rosada" de Borges
La vida y sus giros imprevistos
La vida y sus sorpresas
Me gustó Ishamael
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