Opus 1: yo quería ser yo

Hace ya tiempo que llevo queriendo ser como ese yo,
como ese otro yo idealizado que el tiempo fue forjando,
en elaborada distorsión, en aceptación incuestionable,
en un deseo sedimentado en un inconsciente distante,
de residuos de otras vidas, de reflejos de futuras vidas,
con la esperanza que alimenta mi orgullo bien merecido,
mi razón pragmática para ir al encuentro démi mismo,
en la tan celebrada reificación de mi imagen renovada.

Opus 2: yo versus yo.

Yo le he pedido a mi otro yo una tregua apaciguadora,
una posible respuesta a su pregunta con su respuesta
porque a todas mis respuestas yo ya les di otro sentido,
en la malediciencia más pertubadora del pensamiento:
no hay más culpables que los que no anuncian la culpa,
no consigo creer en la ironía y en esa verdad verdadera,
perdido en el horizonte de una certeza que no se duda,
convencido que quién se sincera siempre esconde algo.

Opus 3: yo confeso.

Yo soy ahora la suma de todas mis propias mascaras,
el resultado de cada una de mis experiencias vividas,
de cada uno de esos instantes retenidos en la memoria,
la lenta construcción de una personalidad fragmentada,
Ilusión que vuelve siempre a la misma casilla de salida,
honestidad que me ha deconvencer de su autenticidad,
esos yos desencontrados que ahora se hermanan;
al final yo y yo siempre fuimos ese otro yo sin saberlo.

JIJCL, 21 de dezembro de 2024.