Un dandy en el borda.

Dicen que estoy enfermo.
No estoy seguro del por que estoy en este hospital.
Me trajo Gretel pensando que había querido suicidarme, yo intente aquella vez explicarle que no era eso, que tan solo me había mareado y esa era la razón por la cual casi me caigo por la ventana de mi departamento, ella por supuesto no me creyó, es por eso que estoy aquí en este hospital mental. Por las drogas que me dan los médicos paso tan solo pocas horas del día lucido, las cuales las ocupo para escribir, le escribo a mis hijos, a mi anciana madre y a mi mejor amigo Cristian, también redacto este pequeño diario que oculto entre mi ropa sucia que los enfermeros lavan una vez a la semana, cuando sucede eso lo llevo conmigo.
Gretel dice que pronto me recuperare, “Vas a salir prontito” me dijo con su falsa sonrisa el otro día. Eso en realidad no le conviene claro, ella tiene oscuro pasado el cual yo, como abogado, estaba investigando, En un intento desesperado me enveneno con quien sabe que sustancia e internarme acá, tuvo miedo sabia que yo encontraría pronto esa mancha en su casi perfecta carrera política y por eso no podía permitirse que lo supiera, aun cuando fuera su hermano e intentara ayudarla a pesar de todo.
Esa seguro es la razón verdadera por la cual estoy acá, en el lugar que no erróneamente uno de mis compañeros llama “El extinguidor de ideas”
Pocas veces mis amigos me venían a visitar, en realidad eran muy pocos los que sabían donde yo estaba, si no fuera por Lucho(Un enfermero que había sido alumno mío en la escuela de teatro de Lomas de Zamora) nadie sabría, ya que el se encargo de contarle a Rulo y él a todos los demás, mi viejo y querido amigo gracias a el no me falto nada, gracias a su buen status económico logro que hagan algunas diferencias conmigo, por ejemplo tener mas largo el rato de las visitas o el poder quedarme a ver la televisión los Miércoles junto a Seba y Roberto los enfermeros del turno de la noche.
En fin a lo largo de mi vida he tenido comodidades y me he dado gustos que poca gente en un país empobrecido como el mío se podían dar, pero cuando algunas personas solo añoraban serle fieles a dios para ganarse el cielo, otras yendo mas lejos alcanzan a tener logros materiales que les dan satisfacciones placenteras, sin embargo yo iba mas allá de todo eso, siempre queriendo mas, no me conformaba con los logros materiales, las mujeres pasaban a un tramo secundario de mi vida, tenia las que quería, me sobraba la plata y el amor de mi familia o de alguna que otra novia me llegaba muy poco, fui en extremo ambicioso, y lo pague al meterme demasiado en lo oscura y peligrosa mafia que manejaba mi propia hermana, siempre quise llegar Hasta el Limite De las cosas, hasta las ultimas consecuencias, eso acabo conmigo, con mi cordura, mi orgullo y con mi gran deseo por tenerlo todo. Ahora, en un manicomio puedo apreciar hasta la más banal de las cosas.
Bebiendo un Daikiri en un barsucho de Buenos Aires una vez pense en lo gracioso que seria verme despojado de todas mis cosas obligándome la vida a empezar todo de nuevo.
Ahora recuerdo aquel instante con la diferencia que en la mano con la que sostenía el daikiri ahora tengo un cuchillo, y te digo madre perdóname que mis ultimas palabras sean tan tristes te dedico mi ultima lagrima, mientras en otra vida esa lagrima es en realidad una gota de una bebida que se derrama, un daikiri tal vez?.......