Nunca se sabe lo que depara el futuro. Hoy me detengo y miro hacia mi pasado. Ahí está... lejano, alejándose cada vez más... quieto... manso. Por ahora, no molesta; no me aturde como antes; no me ciega. Por momentos, hasta me aclara ciertas cosas. Me detengo nuevamente, me miro, te miro, y me siento feliz. Me veo feliz. Me encuentro en ti. Siento que hace tiempo te estaba buscando y, por fin, llegaste a mí, justo en el momento acertado. Quizás era tu momento también. No lo sé, solo sé que me hiciste sentir algo que pensé que ya no sentiría. Me hiciste extrañarte como pensé que no extrañaría a nadie más. Lograste que se me erice la piel con solo pensarte. Generaste una sensación de bienestar que no pensé que existía. Lograste que te ceda todo mi corazón. Cuídalo, cuídanos.