no sé si esto amerita ser escrito... por un tiempo creí ser una buena pluma, pues eso me lo dijo un gran escritor en mi país... pero uno no se puede engañar... el tiempo sigue el mismo ritmo, la gente se va de este planeta y la grandiosa soledad empieza a cobrar el preciado refugio de aquellos que anhelan algo mas que entretenerse en este planeta... me gustan las mujeres hermosas, pero no me engaño, solo es para admirar, ya no puedo soñar con ellas... y eso de observar nos puede llevar a un pozo que quien no tiene las fuerzas necesarias se queda allí... y si no es deleitando nos queda las redes rojas y para los mayores que más bien son menores mentalmente... y ya uno cuando el sol de la claridad le llega no puede mas que buscar lo mas bello en la vida y eso es la divinidad, y no la que escuchamos o hemos sido mimetizados con lo bueno y lo malo y lo feo de la vida, pues ya uno que encuentra la claridad puede ver... y sabe que la belleza mas grande es algo que sale como una música de nosotros mismos... y la buscamos y buscamos en este planeta... mas no está allí, sale de nosotros mismos... y llega el momento en que entramos en contacto con el creador... su voz es el silencio... y su brillo es una vela encendida tras la gran oscuridad que siempre está en el cuarto de la soledad... y allí sientes que vives solo para ello... para sonreír con el alma... agradecer con el corazón... y servir con nuestras mejores decisiones... sí, partiendo de ese momento empieza uno a vivir como esa flauta donde a través de sus orificios pasa el aire y suena hermoso... somos esa flauta y el aliento es el impulso que empuja al aire... y su sonido es el silencio, la voz del creador...