De acuerdo, Dios, dime que estás ahí realmente.
Tú me has metido en este lío.
Quieres probarme.
Supón que te pruebo yo a Ti.
Supón que yo digo que no estás aquí.
Tú me has dado una prueba suprema con mis padres y mis granos.
Creo que he aprobado tu examen. Soy más duro que Tú.
Si ahora mismo bajaras hasta aquí, escupiría en Tu cara, si es que tienes una cara.
¿Y también cagas?
El cura jamás me contestó a esa pregunta.
Nos dijo que no dudáramos.
¿Dudar qué?
Creo que Tú ya me has estado dando la coña mucho rato, así que te pido que bajes hasta aquí para que pueda ponerte a prueba.
Esperé.
Nada.
Esperé a Dios.
Esperé y esperé.
Creo que me dormí.

El Señor Charles Bukowski en la voz de Henry Chinaski
SI Alter Ego, su antihéroe, protagonista de sus historias y de su vida
La Senda Del Perdedor


Henry Chinaski Ad Honorem

Chinasky caminaba cabizbajo en medio de la noche
Esta noche en particular a pesar de que estaba, para variar desesperanzado
Se sentía tranquilo
Sus ojos sin brillo recorrían el lugar con mirada ausente
La lluvia que caía mojaba su pelo
Hacía frío
EL frío ambiente, la lluvia que cae y la soledad que lo acompañaba no le preocupaban
De alguna manera sabía que pertenecía a esos espacios
Se acomodó la chaqueta y caminó hasta llegar a un farol
La lluvia que caía resonaba en los tejados
He aquí, se decía
He aquí, a Henry Chinasky, ocupando su lugar después del último
Una vez más derrotado
Estaba demasiado absorto para detenerse a considerar posibilidades
La vida es dura y los caminos son solitarios
Lo sabía
Se había visto involucrado en una pelea contra dos sujetos en un bar de mala muerte, en la que, no sólo había perdido, además, lo habían asaltado un par de calles atrás. Le quitaron el poco dinero que llevaba
Tendría que caminar
Consideró la posibilidad de acomodarse a dormir bajo algún árbol., pero la desechó porque hacia demasiado frío y si lo intentaba, quizás mañana no amanecería
Así pues, no quedaba otra alternativa
Tiene su encanto caminar bajo la lluvia
Es como un momento a solas con uno mismo
Los seguidores de la filosofía estoica, declaran que los momentos de soledad son oportunidades que da la vida para mirarse a uno mismo
Este era uno de esos momentos
En su mente pensó que un día se hartaría de mirarse tanto
Se dijo eso y con ironía pensó, y cuando eso pase, qué haré conmigo y lo que llegue a ver de mi?
Recordó a la Pizarnik, desgarradoramente preguntando:”Qué haré con el miedo??”
Pero Chinaski no tenía miedo, vivía la vida que le tocaba, del mejor modo que podía
Afortunadamente, llevaba una botella a la que le quedaba algo de líquido
Fue una suerte que los ladrones no se la hubieran quebrado, se dijo
Abrió el envase y se dio un buen sorbo de ron barato
Esta era su vida
Sin objetivos, sin metas por alcanzar
Chinaki solo vivía la vida, dia a dia, y tomaba las cosas tal como venían
Al final, después de mucho caminar
Medio ebrio y en medio de la lluvia torrencial que caía
Con un dejo de fastidio se dijo que descansaría un momento
Total, nadie lo esperaba donde iba y no tenía prisa
Se sentó entonces bajo una banca que de alguna manera cubrían las ramas de unos árboles como si fueran un techo y se acomodó para descansar
El frío de la madera mojada se le hizo sentir una descarga de hielo, pero duró solo unos segundos
E el fondo, le gustaba estar bajo la lluvia
Chinaski era un perdedor, un incomprendido
Un caminante solitario que recorría las calles cargando consigo mismo y sus circunstancias
Pero en fin, es lo que hay, se decía siempre
Dios hizo las iglesias para ir a llorar, y a esta hora están todas cerradas. agregó
¿Se bebió de golpe el último trago que le quedaba en la botella
y la Arrojó a sus espalda sin girarse
Escuchó el cristal romperse contra el concreto
De pronto le vino todo el cansancio
Tan cansado estaba, tan desgastado, tan harto, que poco a poco se durmió
La lluvia como si hubiera esperado que esto pasara comenzó a arreciar
La Soledad, el frío, la lluvia, el entorno, esta puta ciudad que odiaba y que amaba, lo sumieron en el más profundo de los sueños, ahí mismo, bajo la torrencial agua que caía
Poco a poco
Como figuras de arcillas que se deshacen erosionadas por la lluvia
Chinaskí comenzó deshacerse
Se diluía en la lluvia
En su profundo sueño, no se percataba
No sentía nada
La lluvia se llevaba fragmentos de el arrastrándolos hasta las cloacas
Henry Chinaski
Un Vividor, amante de las putas
Ebrio sin remedio
Un resignado perdedor
Por fin encontró paz y sosiego
Cuando por fin
Arrastrado por la lluvias
Desapareció


SS.