Aún sueño con sus colores, emociones que cambiaban la existencia y la sumergían en un mundo de duendes, hadas y princesas. Era vida pura, amor sincero, claridad...
Camino en medio de la oscuridad, una tan profunda confundida con la soledad de los recuerdos, y mientras pasa el tiempo entre melodías y voces lejanas, la nada invade los sentidos.
¿Qué fué de aquella niña?... La pregunta esparcida por el aire contaminaba sus anhelos y experiencias.
No hay nada que pueda ser igual, no existe en el mundo un instante mejor en donde la dulzura y las caricias formaban un hilo de felicidad en su interior.
El llanto amargo se desvanece y se convierte poco a poco en rencor.
En medio de la noche, sóla ya sin temores, revisa cada parte de su cuerpo, no olvida cada detalle: su rostro, su voz, la misma que muchas veces despertó una llama ardiente en el corazón ya muerto.
Todos se han ido! todos han huído de ésta cruel verdad. Queda lluvia fria, un blanco y negro rodeando los escombros y un amor muerto.
De repente todo es más claro, al abrir sus grandes y brillantes ojos tropieza con otros que la observan. No entiende. Aunque la verdad toda su vida ha sido un mundo de confusiones.
¡Ha vuelto de nuevo a la realidad!.