Los poetas no escriben para darle gusto a los críticos, pues casi siempre, critican lo que no saben hacer. Los críticos son seres muy limitados, por ese ejercen ese oficio pobre de imaginación. No saben distinguir un poema difuso de una letra para musicalizar. Como nadie les presta atención, pululan en todas las comunidades literarias haciendo alarde de lo que no saben hacer. La poesía es como las frutas, a unos les gustan las peras, a otros las manzanas y a los demás los higos. Pretender encasillar en un estilo, es la mayor estupidez que he podido ver; sobre todo cuando aquel que encasilla no muestra nada.

Pedro Moreno Mora