Tu calida voz
recorre mi cuello,
en un susurro argenta
que se precipita
por la cascada de rocío
que se forma
donde se conjugan mis pechos...
Dejando
una estela inefable de savia...
(como insignia)
de tú presencia...

Cae la tarde
con sus tonos índigos,
grises y magentas,
y mí mente viaja
(irreversible)
a donde el mar
se nos quiebra,
donde reposa tú cara
a esa acera...
( que te siente y palpita)
a esa agua...
que te riega y se riega.

Y la esfínge de tú venida,
(se despierta)
a cada roce,
a cada sonrisa
mientras...
mis pasos inquietos
recorren
las orillas de los acantilados
(cada vez...)
que el viento trae
el vaho...
de tus labios
en mí espalda;

Cuento pétalos de Rosa...
( por no contar días )
y las frases
camuflajeadas
( en rojo y violeta )
llenan los espacios...
( de las horas inconclusas)
de mí deseo
de tú
lejanía...

Ahora...
ya la noche se posa
( sobre mis manos)
y la espera...
_ recurrente_
( de tú lengua
irreverente )
me invoca
a mis limbos...

...Recojo los pétalos
_que
derritiendose_

Dormirán...

( Donde
no llegan
tus besos )


...






(silente)
































*