Miserias de los cuenteros

Querido cuentero miserable
Como meta ser el único y mejor eres capaz de devorar resignados
Como apología de felicidad estableces reír sin piedad
Como bailar no siempre puedes con los mejores les das la espalda a quienes supuestamente conociste primero

¿Por qué debería hacerte cambiar?
Tratar de cambiarte cuando realmente no me quieres conocer

Querido cuentero popular
Sé del poder influyente con el que ejercen tus palabras
Sé de tu nombre repetitivo al pie de cada página
Sé que disfrutas con el fracaso de los otros y te aprovechas de tu presencia para difamar y expandir lo que te parece correcto

¿Por qué debería de amarte?
Tratar de amarte cuando realmente no me quieres para nada

Querido cuentero egoísta
Nunca has conocido la frustración de ser rechazado
Nunca has lidiado con el resentimiento ajeno por 10 minutos
Nunca te responsabilizas por equivocaciones y jamás admites sentirte acosadamente afectado por mi carácter prepotente

¿Por qué debería de ayudarte?
Tratar de ayudarte cuando realmente no me quieres para eso

Querido cuentero magnético
Tu atractivo estilo para expresarte es inevitablemente enfermizo
Tu mentirosa inteligencia es la astucia permitida
Tu supremo control espiritual para las decisiones acertadas es la base para inclinar a tus pies a los amigos resentidos

¿Por qué debería de entenderte?
Tratar de entenderte cuando realmente no sé ni para que me quieres

Tú respondes, solo a quienes lamen insistente tu trasero
Tú resguardas, las estrellas que cientos te trajeron del cielo
Tú ignoras, al resto de todos nosotros
Tú lograste, ser el centro del universo