Ven, sosten mi mano, déjate llevar por esta locura espontánea.
Ven, te llevaré donde habitan mis secretos,
en las canciones que vivo y que canto.
Ven, te llevaré por las calles de mi ciudad,
te mostraré sus sonidos y sus luces.
Ven, te llevaré a los bares donde me embriague,
a los cafés donde charlo.
Ven, te leeré los libros que me recuerdan a ti.
Si la vida, tan caprichosa, nos separa,
y te sientes sola por la maldad de este mundo,
no temas, aún en la distancia, aún en el olvido
de nuestro amor.
Regresa a esos lugares, a las canciones,
deja que la magia calme tu soledad.
Yo haré lo mismo cuando esté perdido,
Y caminare por esas mismas calles en busca de nuestros recuerdos.
En esas plazas vacías, en los parques y sus columpios, como aquella esquina de la ciudad
dónde me regalaste los primeros besos |