Primer grado
Las hermanas mujeres ibamos a una escuela mixta, cerca de casa, la escuela Julio Argentino Roca, ahi me portaba bien porque si no por lo menos ligaba unos orejasos.
Hay algo que quedo grabado en mi y cada vez que lo siento me provoca mucha emocion porque esta asociado a mi infancia feliz, es el olor a las flores del paraiso y de las flores de la retama.
En esa escuela hice desde el jardin de infantes a septimo grado, en los recreos jugaba como si fuera el último dia de mi vida.
Mi seño de primero, la señorita Pocha era una señora hermosa, con su guardapolvo blanco impecable, zapatos con tacones, collar de perlas y aros de perlas, yo nunca olvide su rostro, sus gestos ni su vestimenta.
Era protectora, enseñaba con mucha paciencia, con ella aprendimos las vocales, el abecedario, a leer, escribir, sumar y restar. Cuando terminó el primer grado, como yo no entendia mucho de eso, pense que la volveria a ver despues de las vacaciones y no fue así, nunca mas la vi hasta despues de mas de treinta años, un dia yendo al trabajo, esperando que me diera pasada el semáforo, miro al costado y veo a una anciana, la reconoci inmediatamente y con toda la emoción que me embargaba le dije " Señorita Pocha".
Ella con sus ojitos desgastados por el tiempo me miro y dijo Quien sos?, ahi le conté que habia sido mi querida maestra de primer grado, estaba tan emocionada como yo.
La ayude a cruzar la calle, la abrace muy fuerte y pude decirle " Gracias por todo, Señorita Pocha, gracias por ser parte de mi vida y por enseñarme tanto, sintiendo que me despedia de una etapa inconclusa, como cerrando un circulo. Ese dia tuve una mezcka de sentimientos encontrados, alegria porque la vida la traia de vuelta y tristeza porque senti que talvez no la veria mas, sabiendo que la vida sigue adelante y que las posibilidades de re encontrarla eran escasas . |