Permiso digo primero,
y después ya voy entrando.
Cuando alegre voy cantando,
algo afino si me esmero.
Si no me corren los teros,
ni los perros o los chanchos,
golpeo en la puerta ‘el rancho,
y ella sale muy feliz.
¡Ayyy qué lindo este desliz!
La veo y me pongo ancho.
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Marcelo Arrizabalaga.
Buenos Aires, 8/1/2021.
Texto agregado el 25-09-2024, y leído por 44
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