Necesito una mujer
bien cabrona
que me de fuerza
en la tormenta.

Una mujer cabrona
mejor que una llorona
una mujer bien cabrona
capaz de detener al viento.

Una mujer cabrona
capaz de cuidar mis espaldas
y despeje mis dudas
con sus besos y caricias.

Una mujer cabrona
que sea de su casa,
también del universo
de la poesía y la ciencia.

Una mujer cabrona
clara como la luna
quemante como el sol
y pura como agua cristalina.

Una mujer bien cabrona
que esté siempre dispuesta
a pedirle respuestas a la vida
cuando nos trata mal.

Una mujer cabrona
que durante mi ausencia
me eche de menos
a toda hora.

PEDRO MORENO MORA