EL TINTO A LA CAMA
En Socotá, por la segunda mitad del siglo XX, tiempo en el cual viví en ese territorio, se acostumbraba que, el primero que se levantara, preparaba tinto y se lo llevaba a los demás integrantes de la casa o familia a la cama.
El ritual consistía en prender la estufa de carbón, que no era tan fácil, en todas las casas ese era el lugar dónde se preparaba el tinto, en el campo en algunas viviendas, se tenia era el fogón, que eran tres piedras dispuestas en forma de triangulo y sobre ellas se ponía la olleta.
Generalmente la mamá o en las familias donde tenían empleada del servicio doméstico era quienes proveían del tinto a la cama al resto de personas de la casa.
El tinto a la cama es o era una tradición socotense que consiste en disfrutar de una taza de café negro recién hecho antes de levantarse, es decir, mientras esta acostado. Es un gesto de cariño, de complacencia, es algo tan especial que puede convertirse en un ritual.
Tomar un tinto en la cama hace que la persona se levanta con más ánimo de ir al estudio o al trabajo, es como un relax que le permite disfrutar de un momento de tranquilidad, antes de empezar su día.
El tinto a la cama es una costumbre sana y saludable, se disfruta con moderación, es una manera de consentirse a sí mismo, antes de levantarse, para afrontar su día laboral.
Para preparar el tinto se ponía una olleta con agua a hervir, se le agregaba panela y cuando hervía se le echaban unas cucharadas de café molido, se dejaba reposar unos cuatro minutos y se servía en pocillos tinteros a quienes estaban todavía acostados. Esta bebida es la preparación más común del café.
El tinto en Socotá siempre esta presente, cuando llega una visita a la casa, con lo primero que se recibe es con un tinto. Con la constante modernización del café, el tinto sigue siendo tradicional y los socotenses amantes del café siempre quieren experimentar cada taza al máximo. Así que cuando visite a esta población, es muy probable que lo reciban con un tintico.