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Cuenta la leyenda que el espíritu de Hathor, dios del amor, la danza y las artes marciales, se sentía triste en su morada. Decidió darse una vuelta por la comarca mientras pasaban por sus recuerdos Van Gogh, Da Vinci, Rembrandt y muchos otros artistas. De pronto, le llamó la atención un niño retraido, pasó una mirada sobre él mientras pensaba: “¿Por qué no hago que surja el verdadero arte en los humanos?” Por lo que cobijó al chico con su viento cálido, salido de lo más íntimo de su ser y se alejó a seguir viajando por los confines del universo.
Eric es su nombre.
Sentía un cariño especial por los animales. Para su cumpleaños la madrina lo complació regalándole un pitbull y un bengalí. Con sombra, era el nombre del perro, pasaba la mayor parte del tiempo. A piquito le cambiaba el agua todos los días y tan pronto colocaba en su mano un puñado de alpiste, el pajarito se acercaba a comer. Nunca le hablaba como si lo hacía con sombra. Pero un día de esos que no es cualquiera, estando en el jardín miró a piquito con ojos pensativos, se sentó en cuchillas y suspiró.
—¡Ay! ¡Qué vida tan dura!
El ave cantó, su pico rojo se hizo más vivo, revoloteó por toda la jaula.
—Tranquilo piquito se congela tu cerebro y eso duele. ¿Sabes? Desde que papá se fue mi cerebro se congela con frecuencia.
El niño se detuvo, se le opacaron los ojos y continuó.
—Si papá regresara, todo sería como antes. Mi abuelo no se enojaría al verme y no me asustaría al mover su quijada. Piquito… ¡Estoy más enjaulado que tú!. ¡Chissst! ¡Chissst! Escucho el ruido de las sandalias de mamá.
Isabel llegó hasta el sitio donde estaba el niño.
—¿Por qué llorabas, mami?
—No estaba llorando, solo tengo los ojos irritados.
—Espera mami, quédate quieta.

Eric acercó el oído al corazón de su madre.
—No me mientas, sé que estabas llorando ¡No llores más, por favor! Dejaré de escalar en el marco de las puertas, no volveré a levantar al primo Juan de los pies y menos trapear el piso con sus crespos, ni tirarle piedras a Manuel el compañero de clases, así me provoque el mal genio.
El niño tomó de la mano a su madre hasta llegar a la calle.
—Mira las nubes, como ellas todo pasará. Mamá ¿Cuándo regresa papá? Lleva muchos días ausente y no aparece con el telescopio que me prometió cuando se fue con esos hombres.
Su madre empezó a mirar de un lado a otro, a sonreír, con esas sonrisas que denotan angustia, no quería dejar caer una lágrima.
—Mi amor, papi regresará pronto. Ve a tu cuarto a pintar y cómete las onces, en la mesa está servido.
El niño arrugó la frente, agachó la cabeza y caminó con lentitud hacia su cuarto balanceando los brazos. Mientras que Isabel se dirigió a la cocina.
Cuando el reloj marcó las 12:30 del mediodía. Isabel comenzó a llamarlo.
—¡Eric!...¡Eric! el almuerzo está listo.
El no respondió. Entonces Isabel caminó en dirección a su cuarto, su llamado se hizo más alto. —¡Eric!...¡Eric!...¡Eric!, pero el niño no contestaba.
Cuando Isabel llegó al cuarto la puerta estaba entreabierta, quedó petrificada al verlo en un rincón acostado boca abajo con un papel en su mano derecha. ¡Eric, no! Gritó y al instante escuchó el rechinar de los dientes del niño. Eric dormía profundamente. Las piernas de Isabel todavía temblaban, entró en puntillas para no despertarlo y suavemente tomó el papel de su mano, se trataba de una carta:
Querido Niño Dios
Antes de hacer mi petición para la próxima navidad quiero contarte algo:
Aunque mamá no lo dice sé que papá está en la cárcel. La otra noche escuché cuando se lo decía a mi madrina. Desde ese día las cosas van mal en casa. No tengo amigos en la escuela. Ahora sólo cuento con mis mascotas, ellos no fallan como las personas. Quien me preocupa es mamá, su silencio me abruma
El dolor de esto, sí de esto que no veo y dicen llamar alma me está matando.
Para la próxima navidad cambiaría mi iPhone 7 por un abrazo de papá, Te cambiaría mi cuatrimoto por agua. ¡Sí, por agua!, escasea y nadie hace nada para protegerla. Cambiaré todo lo que quieras, prefiero escuchar el silbido de los pájaros en lugar de las bombas que estallan por ésta guerra absurda de poderes que me arrebataron arrebataron a papá.
¡Regálame lo que quieras!

Los invito a visitar https://luzalcalde.blogspot.com/
Relato Publicado en la antología de taller maniguaje Relata Florencia. 2021

Texto agregado el 31-08-2024, y leído por 78 visitantes. (2 votos)


Lectores Opinan
02-09-2024 Los niños tienen mas verdad y bondad que muchos adultos. Un triste cuento que desafortunadamente es cruel realidad en demasiadas partes del mundo. Saludos, sheisan
 
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