En estas rutinas que dejan en ruinas las pasiones,
la única salida del taciturno es la poesía.
La idea que busca ser materializada en versos,
un grito que nunca llegará a hacer eco en las viejas paredes
o la sonrisa franca dibujada en sus viejas libretas.
Texto agregado el 26-08-2024, y leído por 52
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